Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
MADRID 20 Oct. (EUROPA PRESS) –
La **naturaleza en su máxima expresión**, paisajes con una marcada identidad, costas, montañas, un rico patrimonio histórico y arquitectónico, y pueblos que mantienen su esencia tradicional. Calvià, ubicado en la privilegiada costa suroeste de Mallorca, concentra en su territorio una **variedad de atractivos inigualable** que revelan la auténtica alma de la isla.
Más allá de la temporada de verano, este municipio se convierte en el lugar perfecto para explorar su riqueza natural y cultural a través de **caminos que enlazan el mar con la Sierra de Tramuntana**, reconocida como Patrimonio Mundial por la UNESCO desde 2011.
Cada rincón de Calvià posee un **carácter propio y diferenciado**: desde los bosques mediterráneos y los torrentes, hasta los valles agrícolas, pasando por las antiguas “possessions” (fincas rurales) que guardan la memoria histórica del campo mallorquín, o senderos que recorren parajes de **gran valor escénico**. Todo esto se complementa con una red de rutas bien señalizadas y servicios adaptados que garantizan una experiencia cómoda y en armonía con el entorno.
**Ruta Peguera – Es Capdellà: Fusión de mar y tradición rural**
Este sendero de dificultad baja une la zona costera con el interior del municipio. Partiendo de la playa de Peguera hasta llegar al pintoresco núcleo de Es Capdellà, el recorrido serpentea entre pinares, tierras de cultivo y el torrente des Gorg.
A lo largo del ruta, sobresalen importantes elementos del patrimonio como la possessió de Son Vic Vell, que ostenta una torre defensiva del siglo XVI, o la torre d’en Boira, del siglo XIV, estructuras levantadas en su día para **proteger a la población de los asaltos piratas**. La aventura culmina en Es Capdellà, un pueblo tradicional cuyo origen está directamente ligado a los antiguos trabajadores agrícolas de las fincas colindantes.
**Ruta Sa Vinya: La historia que perdura en la Finca Pública de Galatzó**
Situada al suroeste de la Finca Pública de Galatzó, la ruta Sa Vinya transita por antiguos caminos agrícolas que servían de conexión entre las casas de la possessió y sus áreas de cultivo. Este itinerario permite contemplar bancales, espacios de elaboración de carbón vegetal, un horno de pan y sistemas de gestión del agua ancestrales, testimonio de la **explotación sostenible** de la montaña.
El camino atraviesa hábitats de gran riqueza natural, dominados por encinares, pinares y estepas, hábitat de la cabra mallorquina y el águila calzada. Además, en la zona se conservan tres yacimientos talayóticos que atestiguan la ocupación milenaria del territorio. Desde los 345 metros de altura que alcanza este recorrido, se pueden disfrutar de **vistas panorámicas espectaculares** de la Sierra de Tramuntana, con las cimas del Puig de Galatzó y la Mola de S’Esclop, que son el marco natural del valle de Galatzó.
**Ruta Font de Sa Cometa: Legado hidráulico en un escenario mediterráneo**
De trazado circular y fácil de recorrer, ideal para disfrutar en familia, la ruta Font de Sa Cometa se desarrolla por completo dentro de la Finca Pública de Galatzó, en las proximidades de Es Capdellà. El sendero atraviesa tierras de cultivo tradicional de olivos en “marjades” (terrazas de piedra seca), pinares y zonas de matorral mediterráneo hasta llegar a la fuente de Sa Cometa, ubicada en una ladera con vistas privilegiadas al valle.
Documentada desde el siglo XVII, esta fuente es un **ejemplo notable de la ingeniería hidráulica tradicional** de Mallorca. Su sistema de “qanats”, una herencia de época islámica, permitía captar las aguas subterráneas y llevarlas hasta las edificaciones de la possessió. A lo largo del recorrido se encuentran otros vestigios etnográficos, como hornos de cal y carboneras, que ilustran la **estrecha simbiosis** entre la vida rural y el medio natural.
**Ruta La Vall Verda: Accesibilidad y vistas al valle de Calvià**
De diseño circular y accesible para cualquier persona, La Vall Verda es una ruta que recorre hábitats muy diversos (pinos, encinas, torrentes y campos labrados) y ofrece unas **vistas inigualables** del valle de Calvià, el Puig de Galatzó y la Mola de s’Esclop.
Durante el paseo, es posible admirar dos possessions históricas: Son Vic Vell, del siglo XV, y Son Cabot, de 1598, que son magníficos ejemplos de la arquitectura rural isleña. Su trazado sencillo y perfectamente balizado la convierte en una **opción excelente** para aquellos que desean conectar con la naturaleza con comodidad y sin requerir esfuerzo técnico.
Agregar Comentario