Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
Cazzu arribó a México acompañada de su hija para presentar varios shows de la gira “Latinaje”.
Aunque Christian Nodal se negó a firmar el permiso de salida del país para Inti, la rapera logró viajar tras acudir a la vía judicial y obtener un mandato unilateral de un juez, al demostrar que su labor requiere desplazamientos internacionales.
—Es un permiso unilateral que pedimos al juzgado, porque puedo probar que necesito viajar; el juez me lo concedió — explicó la cantante.
La artista argentina estuvo en México del 14 al 24 de octubre para su gira “Latinaje”.
—El abogado de Nodal se puso en contacto conmigo para preguntar si podía ver a mi hija, y yo acepté la solicitud — declaró “La Jefa” a la prensa.
—Su abogado nos llamó para ver si era posible, y como siempre, le dimos el sí. Ahora veremos cómo se desarrolla — añadió a los medios mexicanos.
Cazzu dejó claro que nunca ha impedido que Nodal se encuentre con su hija. “Ahora veremos, él sabe que puede solicitar verla”, precisó.
El mes anterior la artista había hablado sobre el proceso judicial que mantiene con su expareja por la custodia de Inti. En esa ocasión reveló que Nodal se negó a firmar el permiso para que la niña pudiera viajar con ella.
—Pueden imaginar que estoy en la cima, en mi mejor momento, la gente me felicita, tengo un libro que vende bien y un disco que también; sin embargo, soy madre soltera — inició Cazzu en el podcast “Se regalan dudas”.
Julieta Emilia Cazzuchelli, nombre real de la rapera, relató: “El otro día estaba en una mediación con mi abogada y con la mediadora, además del abogado del progenitor de mi hija, que lo representa. No me había sentido tan mal en años; sentí que el mundo se derrumbaba”.
Durante la sesión explicó al abogado del artista mexicano que necesitaba un permiso de viaje para Inti, al que se refirió como “el progenitor”.
—Le dije: ‘Necesito un permiso para llevar a mi hija conmigo. Mi trabajo me obliga a moverme, ¿verdad?’. Ese permiso nunca llegó. Ya ha pasado más de un año y sigo sin tenerlo. Parecía una necesidad básica; la mediadora, intentando construir, propuso: ‘Si no se sienten cómodos dando un permiso hasta los 18 años, pueden hacerlo hasta los 5’.
Añadió que el padre de su hija, a través de su abogado, le respondió: “No se preocupe, mi cliente está al tanto de que, cuando quiera, podrá revocar el permiso”. Ese comentario dejó a Cazzu y a las otras dos mujeres de la llamada en un silencio abrumador.
—Me dije a mí misma que no podía aceptar eso; mi corazón no lo permitía. Contra todo lo que representa el perreo y la revolución, contra el sistema, contra la ley… — expresó.
El hombre la miró fijamente y, sin palabras, le dijo: “Tenemos el control sobre ti y tu hija”. “Fue uno de los momentos más duros de mi vida; salió sin poder respirar por dentro”, concluyó.
Agregar Comentario