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En el ámbito de las figuras públicas, incluso quienes conservan un estilo de cabello singular e inalterable están en el punto de mira de la polémica.
Durante la más reciente Semana de la Moda en París, la actriz Pamela Anderson, reconocida por su papel como C.J. Parker en la serie *Guardianes de la Bahía*, sorprendió con una notable transformación en su aspecto.
En lugar de su emblemática melena rubia, su cabellera ahora presentaba una tonalidad más rojiza y un corte estilo “long bob” con capas ligeras.
Anderson, a sus 58 años, demuestra no tener reparos en efectuar modificaciones radicales en su imagen, distanciándose del clásico estereotipo de rubia en traje de baño rojo corriendo por la playa.
Hace alrededor de dos años, decidió dejar de usar maquillaje, mostrando su rostro al natural. Esta elección la ha situado en el centro del debate, recibiendo críticas por su apariencia sin arreglos, al mismo tiempo que ha cosechado apoyo de quienes aplauden su forma de envejecer con dignidad.
La princesa de Gales, Kate Middleton, tampoco es ajena a these efervescencias. En septiembre pasado, su visita al Museo de Historia Natural de Londres desencadenó un revuelo en Reino Unido, que se extendió globalmente, al mostrarse con un tono de cabello rubio ceniza, rompiendo con el castaño tradicional que había sido un sello distintivo de su imagen.
Ya sea por cambios de estilo, como en el caso de la Princesa de Gales o Pamela Anderson (quien ahora se decanta por un *look* cobrizo, que los expertos anticipan será tendencia en el otoño de 2025); las celebridades han sido históricamente blanco fácil de críticas sobre su aspecto físico.
Incluso aquellos que mantienen un peinado particular sin variaciones terminan envueltos en controversias.
A Río, el hijo del cantante colombiano J Balvin y la modelo Valentina Ferrer, se le interroga frecuentemente sobre por qué, siendo niño, lleva el cabello largo.
Para abordar estos cuestionamientos incómodos con un toque de humor, el artista colombiano le gastó una broma a Río, insinuando que le cortarían el pelo, a lo que el niño de cuatro años replicó firmemente: “no quiero que me corten el cabello”.
Precisamente, esta oleada de críticas ha dado paso a una nueva perspectiva, que anima a las personas a aceptar su apariencia física tal cual es, sin importar la opinión ajena.
En las plataformas digitales se ha masificado el vídeo “Himno del descaro”, un llamado a abrazar la autenticidad y la identidad física propia, ignorando las críticas.
Recientemente, la comunicadora Sabrina Gómez criticó que la sociedad subordine el valor de las personas a la forma en que usan su cabello, instando al respeto del derecho a elegir libremente la apariencia física.
“Sea feliz, píntese el cabello del color que quiera, si se lo quiere poner rojo, o llevarlo rizo, lacio, como quiera: si se quiere pasar el abejón, páseselo… Empecemos a amar el descaro, ese descaro positivo de que hago lo que quiero para llevar el pelo como me dé la gana”, expresó en un momento de desahogo en un video de su cuenta de Instagram, haciendo referencia a un incidente donde a una joven se le prohibió la entrada a clases por llevar el cabello rizado.















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