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Alfred Nobel fue un empresario sueco de gran patrimonio, con una fortuna que superaba los 32,6 millones de coronas suecas en 1894. Dispuso que dicho capital se invirtiera en valores, seguros y entidades bancarias, pero que los réditos generados se destinaran a constituir un fondo para la concesión de premios, como homenaje a las contribuciones a la ciencia. Esta voluntad se plasmó en un testamento que, tras su fallecimiento en 1896, posibilitó la creación de la Fundación Nobel en 1900, encargada de gestionar los galardones que, en adelante, serían su legado primordial.
El compromiso ético de Alfred Nobel con el ámbito científico se relaciona intrínsecamente con su formación como químico e ingeniero inventor y su fervor por la literatura. Además, es pertinente destacar que Alfred Nobel fue el creador de la dinamita, utilizada como explosivo en conflictos bélicos, siendo esta solo una de las 355 invenciones que registró y patentó.
Desde la óptica científica, Alfred Nobel consideraba razonable reconocer a aquellos individuos que profundizaban y contribuían con sus conocimientos a las labores en Medicina, Química, Física y Literatura. En su disposición testamentaria también propuso premiar la Paz, la cual debía ser otorgada “a la persona que haya realizado la labor más destacada o mejor en pro de la confraternidad entre naciones, la supresión o reducción de los ejércitos permanentes y la organización y promoción de congresos de paz”, excluyendo del mismo a quienes promovieran la guerra, invasiones o la intervención militar para deponer gobiernos constitucionalmente legítimos.
A pesar de que el reconocimiento por la Paz no constituye un descubrimiento o aporte científico, Alfred Nobel sugirió su inclusión debido al impacto que le generó la lectura del libro “¡Abajo las armas!”, escrito por su amiga cercana Bertha Von Suttner, quien se había erigido en una ferviente activista pacifista. Esta fue una razón de peso para que se incluyera en su testamento la dotación del premio de la paz bajo el criterio de que fuera únicamente para personas u organizaciones que fomentaran la concordia.
Como se puede apreciar, el premio Nobel de la Paz es el único de esta índole que no se rige por criterios científicos, sino por una evaluación de quienes pugnan por impulsar la sana convivencia y la erradicación de conflictos, especialmente los bélicos. Sin embargo, en ocasiones, este galardón ha resultado polémico, pues se ha concedido a individuos involucrados en disensiones o a favor de intereses bélicos específicos, sumándose a ello criterios de subjetividad y tintes políticos, lo que implica que en la actualidad esta premiación se ha ido distanciando de los principios concebidos por Alfred Nobel.
Los premios Nobel comenzaron a otorgarse en 1901. No obstante, con el avance de la ciencia económica y el interés por realzar el legado de Alfred Nobel, a los cinco premios originales se sumó el premio Nobel de Economía, como reconocimiento al prestigio y fiabilidad alcanzados por esta disciplina. Este galardón se instituyó a partir de 1968 por iniciativa del Banco Central de Suecia para celebrar el tricentenario de la entidad, facilitando así los recursos para financiar el premio y homenajear los logros en ciencia económica.
Por primera vez, en 1969, se entregó un premio Nobel de Economía en el mismo marco donde se honraba a las ciencias y la paz instituidas por Alfred Nobel, recayendo en el economista noruego Ragnar Frisch y el economista neerlandés Jan Tinbergen. Este primer premio de Economía fue una distinción por su labor en el desarrollo y la aplicación de modelos dinámicos en el análisis de procesos económicos.
Aunque el premio Nobel de ciencia económica no fue concebido por Alfred Nobel, hoy día se cuenta entre los más prestigiosos, fortaleciendo la ciencia y, habitualmente, reconociendo a dos personas. Lo esencial del premio Nobel es que simboliza el reconocimiento a individuos que realizan contribuciones sobresalientes en pro de la humanidad en los ámbitos de la Química, Medicina, Física, Literatura, Economía y la Paz, valoradas por su trascendencia y beneficios para la sociedad.
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