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El presidente Abinader supervisó un almacén de víveres destinados a los damnificados por las precipitaciones.
Las lluvias originadas por la tormenta Melissa, que posee la probabilidad de transformarse en huracán en los próximos días, persistirán durante el fin de semana, con mayor intensidad sobre el litoral sur, la provincia de Barahona y sus áreas circundantes. Por esta razón, el presidente Luis Abinader dispuso mantener la suspensión de actividades laborales en las 12 provincias bajo alerta, buscando evitar la pérdida de vidas y daños materiales.
El mandatario se dirigió a la nación desde el Palacio Nacional, acompañado de la vicepresidenta Raquel Peña, tras haber concluido otra reunión de seguimiento a la evolución de la tormenta Melissa y a las acciones preventivas orientadas a salvaguardar vidas y mantener la seguridad ciudadana. Estas medidas serán reexaminadas hoy, sábado, a las 9:00 a.m. por Juan Manuel Méndez, director del Centro de Operaciones de Emergencias (COE), y por las diversas instituciones gubernamentales de auxilio.
“En gran parte del territorio nacional siguen cayendo lluvias”, declaró el presidente Abinader, señalando que “estamos frente a una de las tormentas más erráticas, según la opinión de expertos y analistas, y que por más tiempo ha estado impactando el territorio nacional”.
Afirmó que todas las dependencias estatales están colaborando para proteger las zonas de riesgo y para que el país pueda retomar la normalidad con la mayor celeridad posible.
Se espera que las precipitaciones continúen hoy en el Gran Santo Domingo, desplazándose hacia el sur/suroeste en las próximas 48 horas, con posibilidad de extenderse hasta la semana entrante.
Por su parte, Gloria Ceballos, directora del Instituto Dominicano de Meteorología (Indomet), explicó que la tormenta Melissa se movía anoche hacia el norte y podría ejecutar un giro rumbo al oeste, acercándose a la península de Haití. Como consecuencia, su campo nuboso podría aproximarse aún más al litoral meridional de la República Dominicana.
Se emite una advertencia a la población para no intentar cruzar ríos, arroyos y cañadas con niveles elevados de agua, así como evitar el uso de balnearios debido a la turbidez y el volumen que aún conservan. En caso de necesidad, se insta a dirigirse a los albergues habilitados, incluidos dos en la provincia de San Juan, uno en San Cristóbal y otro en el Distrito Nacional, donde ayer se contabilizaron 61 personas refugiadas.
A pesar de que la jornada de trabajo continuará suspendida en la mayoría de las empresas públicas y privadas, los servicios esenciales—tales como farmacias, supermercados, expendio de combustibles y transporte—seguirán operativos para asegurar el acceso a bienes perecederos, medicamentos y a los servicios de la banca comercial.
Actualmente, 26 provincias se encuentran en algún nivel de alerta por previsión de daños: 12 en código rojo, 11 en amarillo y tres en verde.















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