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Los recortes en los presupuestos de salud y de ayuda exterior, su consigna de “Estados Unidos primero” y su tono polarizador rebajan las perspectivas de Trump.
Los Premios Nobel arrancan el lunes la publicación de los galardonados, con Donald Trump bajo los reflectores. El presidente norteamericano se postula para el Nobel de la Paz, aunque los especialistas indican que la atención debería centrarse en causas más ignoradas.
El magnate republicano se enorgullece de haber puesto fin a siete guerras desde su regreso a la Casa Blanca en enero, un balance que los analistas consideran inflado, y asegura que sería “un insulto” no recibir el Nobel de la Paz, cuya entrega está prevista para el 10 de octubre.
Aun así, los recortes presupuestarios en salud y asistencia internacional, su mensaje de “Estados Unidos primero” y su carácter divisivo disminuyen sus esperanzas.
“Resulta totalmente impensable”, opina Øivind Stenersen, historiador especializado en los galardones, en entrevista con AFP, “porque Trump es, en muchos sentidos, lo contrario de los ideales que representa el Premio Nobel”.
“El Nobel de la Paz celebra la cooperación multilateral, por ejemplo a través de la ONU (…) Trump encarna una ruptura con ese principio al actuar unilateralmente”, insiste.
“El Comité Nobel debería examinar si existen ejemplos claros de éxito en este empeño por restablecer la paz”, comenta a AFP el director del Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI), Karim Haggag.
Decenas de miles de personas pueden presentar candidaturas para el premio. Este año, 338 individuos y organizaciones aparecen como postulantes, aunque sus nombres no se hacen públicos.
– “Conflictos olvidados” –
Para Haggag, el galardón probablemente reconocerá a actores menos conocidos involucrados en “conflictos olvidados” como los de Sudán, el Sahel o el Cuerno de África.
“El Comité Nobel debería destacar el trabajo de mediadores locales y artesanos de la paz en el terreno”, recalca el experto.
La iniciativa sudanesa Células de Intervención Urgente, una red de voluntarios que arriesgan su vida para alimentar y asistir a poblaciones atrapadas en la guerra y la hambruna, cumpliría esos criterios.
Organizaciones defensoras de la prensa como el Comité para la Protección de los Periodistas o Reporteros Sin Fronteras también podrían alzarse con el premio tras un año mortífero para la profesión, sobre todo en Gaza.
“Nunca antes tantos periodistas habían sido asesinados en un solo año”, afirmó Nina Grager, directora del Instituto de Investigación sobre la Paz en Oslo.
Las casas de apuestas también señalan como favorita a Yulia Navalnaya, viuda del principal opositor ruso Alexéi Navalni, fallecido en febrero de 2024 en una cárcel de Siberia.
El año pasado, el galardón recayó en Nihon Hidankyo, un colectivo de supervivientes de las bombas atómicas en Japón.
– ¿Literatura para el suizo Kracht? –
Otro de los premios que genera mayor expectación y rumorología es el de Literatura, cuya entrega está programada para el 9 de octubre.
En los círculos literarios resuena con fuerza el nombre del suizo Christian Kracht, considerado uno de los grandes autores contemporáneos en lengua alemana.
En la Feria del Libro de Gotemburgo (Suecia), que se celebra semanas antes de la temporada Nobel, “la Academia sueca estaba presente en su totalidad, sentada en primera fila de su seminario”, relata Björn Wiman, jefe del servicio cultural del diario Dagens Nyheter.
“Y eso, en definitiva, es una señal inequívoca”, añade.
Tras la consagración de la surcoreana Han Kang el año pasado, este crítico opina que “ha llegado el turno de un hombre blanco procedente de la esfera lingüística anglosajona, alemana o francesa”.
Los galardones más técnicos abrirán la temporada Nobel: el lunes medicina, el martes física y el miércoles química.
Los mecanismos de la inmunidad innata, la identificación de las células madre de la leucemia o el descubrimiento de una hormona reguladora del apetito aparecen como los avances médicos que podrían ser premiados.
Los laureados, sean estadounidenses o de cualquier otra nacionalidad, podrían usar su plataforma para alertar sobre las graves consecuencias que pueden derivarse de los recortes de miles de millones de dólares en investigación médica decretados por la administración Trump.
Los Nobel entregan a los ganadores un diploma, una medalla de oro y un cheque de 11 millones de coronas suecas (aproximadamente 1,2 millones de dólares).
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