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El Vaticano reconoce abiertamente que la Iglesia desatiende o no presta la debida atención a las víctimas de abusos

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El obispo comunicó a mi familia que mi denuncia podría poner en peligro su ordenación", relató una de ellas.

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En su segundo informe anual, la Comisión Pontificia para la Protección de Menores denuncia también que la “resistencia cultural” obstaculiza la lucha contra la violencia en numerosas diócesis y resalta las “enormes disparidades” entre regiones.

Las víctimas de abusos sexuales cometidos por miembros del clero siguen padeciendo “perturbadoras” represalias por parte de los líderes de la Iglesia católica al denunciar estos sucesos, según reveló una comisión del Vaticano este jueves.

En su segundo informe anual, la Comisión Pontificia para la Protección de Menores igualmente deplora que la “resistencia cultural” frene los esfuerzos contra la violencia en muchas diócesis y pone de manifiesto las “grandes diferencias” entre zonas geográficas.

Por primera vez, 40 víctimas colaboraron en la creación del documento, algunas de las cuales reportaron presiones de responsables de la institución, más de 20 años después de las primeras revelaciones a gran escala en Estados Unidos.

“Mi hermano era seminarista. El obispo comunicó a mi familia que mi denuncia podría poner en peligro su ordenación”, relató una de ellas. Otra contó que su familia fue públicamente excomulgada tras presentar su queja.

“Es un verdadero clamor de las víctimas: no se sienten escuchadas, no se sienten respaldadas, a veces falta una relación empática e incluso de respeto”, comentó el colombiano Luis Manuel Alí Herrera, secretario de la comisión, en una rueda de prensa el jueves.

El informe de 103 páginas, entregado al papa León XIV en septiembre, subraya la necesidad de reparación a las víctimas, a través de apoyo psicológico, disculpas públicas e indemnizaciones económicas.

Pero también enfatiza la importancia de “hacer públicos los motivos” de la destitución de un sacerdote.

Frente a las “persistentes deficiencias sistemáticas” de la Iglesia, este informe anual busca ser “un instrumento”, declaró en una entrevista con la AFP el arzobispo francés Thibault Verny, designado en julio presidente de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores por León XIV.

“Las figuras de autoridad dentro de la Iglesia que cometieron o permitieron abusos quizás se consideraron demasiado imprescindibles e importantes como para rendir cuentas. La respuesta de la Iglesia a los abusos no debe repetir los mismos errores”, señala el informe.

Tras examinar en 2024 los casos específicos de unos 20 países, la comisión se enfoca en disipar los “tabúes culturales” y la “cultura del silencio” que envuelve estas violencias, desde Malta hasta Etiopía, pasando por Mozambique o Guinea.

Italia, con sus lazos históricos con el Vaticano, es objeto de una crítica particular por mostrar “una considerable resistencia cultural a la lucha contra los abusos”, asevera el documento.

También reprocha a los obispos del país no haber cooperado lo suficiente, ya que solo 81 diócesis de un total de 226 respondieron a un cuestionario de investigación.

El papa Francisco instituyó esta comisión al inicio de su pontificado en 2014, compuesta por expertos religiosos y laicos en diversas áreas como el derecho, la educación, la psicología o la psiquiatría.

Tras diversas críticas sobre su funcionamiento y la renuncia de varios de sus miembros, el pontífice argentino la integró en 2022 en la Curia romana, el gobierno de la Santa Sede, y solicitó un informe anual sobre sus avances.

Su sucesor León XIV, elegido en mayo, “abordó muy pronto esta cuestión” al recibir a sus miembros. “Apreciamos que se tomara muy en serio esta grave e importante misión”, confió monseñor Verny.

En su primera entrevista publicada en septiembre, el pontífice estadounidense -que también posee la nacionalidad peruana- aludió a la relevancia de proteger a los sacerdotes víctimas de falsas acusaciones, lo que generó preocupación entre las asociaciones de víctimas que exigen tolerancia cero.

“Puede haber denuncias falsas. Hay que reconocer que se trata de proporciones muy, muy reducidas”, puntualizó monseñor Verny a la AFP, enfatizando la importancia de que la Iglesia “no esté constantemente a la defensiva”.

Desde 2013 hasta su fallecimiento en abril de 2025, Francisco impulsó múltiples medidas contra la extensión de los abusos sexuales, pero el secreto de confesión sigue siendo inviolable y el clero no está obligado a reportar posibles delitos ante la justicia civil, salvo que las leyes nacionales lo exijan.

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