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EE. UU. confirmó la destrucción de un sumergible con fentanilo próximo a Venezuela, evitando miles de decesos por sobredosis.
El gobierno de Estados Unidos ratificó este sábado la autenticidad de las imágenes que muestran el ataque de fuerzas estadounidenses a lo que se presume era un submarino que transportaba estupefacientes en el mar Caribe, cerca de las costas de Venezuela.
De acuerdo con el presidente Donald Trump, la acción militar impidió el ingreso a territorio norteamericano de “una enorme cantidad de fentanilo y otras sustancias ilícitas”.
En su red social Truth Social, el líder político aseguró que fue “un enorme honor destruir un gigantesco sumergible que se dirigía hacia Estados Unidos por una ruta de narcotráfico conocida”.
El video — difundido por la Casa Blanca y grabado desde un dron militar — capta el instante preciso en que una aeronave arroja misiles sobre una embarcación semisumergible, que estalla al cabo de unos segundos.
Según lo manifestado por Trump, la inteligencia estadounidense verificó que la embarcación contenía principalmente fentanilo, uno de los opioides sintéticos responsables de la actual crisis de fallecimientos por sobredosis en el país.
“Al menos 25.000 estadounidenses habrían perdido la vida si ese sumergible hubiese alcanzado nuestras costas”, aseveró.
La operación se llevó a cabo el jueves por la noche, cerca de la zona costera venezolana, bajo la coordinación del Comando Sur de Estados Unidos.
El asalto resultó en la muerte de dos narcotraficantes y la captura de dos sobrevivientes, ambos identificados como ciudadanos de Ecuador y Colombia. Según Trump, los individuos “serán devueltos a sus naciones de origen para su detención y procesamiento judicial”.
“No se registraron bajas estadounidenses en el operativo. Bajo mi mandato, Estados Unidos no tolerará a narcoterroristas que trafican drogas por tierra o por mar”, agregó el mandatario en su comunicado oficial.
Esta acción, ocurrida el jueves, marca la primera confirmación de la destrucción de un sumergible presuntamente ligado al narcotráfico por parte de las fuerzas de EE. UU. en aguas internacionales del Caribe.
Desde el pasado septiembre, se han documentado al menos seis ataques similares contra embarcaciones sospechosas en la región, aunque sin dejar supervivientes.
El Pentágono no ha brindado detalles sobre el tipo de armamento empleado, pero fuentes militares consultadas por CBS News afirmaron que se trató de “un ataque de alta precisión ejecutado desde un dron MQ-9 Reaper”, lanzado desde una base en Florida.
El suceso tiene lugar en medio de una escalada militar entre Estados Unidos y Venezuela, después de que Trump autorizara a la CIA a realizar operaciones encubiertas en territorio venezolano con el pretexto de “combatir el narcotráfico y el crimen organizado transnacional”.
El gobierno de Nicolás Maduro catalogó la acción como “una agresión frontal” y advirtió sobre la posibilidad de declarar el estado de emergencia en las áreas costeras.
“No consentiremos transgresiones a nuestra soberanía”, manifestó el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, en un escrito difundido por la televisión estatal.
Desde agosto, el Comando Sur ha reforzado su presencia en el Caribe con destructores, submarinos de propulsión nuclear y aviones F-35, como parte de una estrategia para reducir el flujo de drogas provenientes de Sudamérica.
Funcionarios estadounidenses sostienen que “una parte considerable del tráfico marítimo” está relacionada con el Cartel de los Soles, una red que, de acuerdo con Washington, opera dentro de las fuerzas armadas venezolanas.
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