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Una opción sabrosa y nutritiva para los desayunos o las meriendas escolares.
Los beneficios del yogur para la salud están respaldados por la evidencia científica; a pesar de esto, su inclusión en los menús escolares se limita, como máximo, a una vez por semana. Por esta razón, un informe propone incrementar la frecuencia de su consumo en los centros educativos.
Expertos y autoridades participaron en la jornada “Yogur y alimentación saludable en la infancia, una responsabilidad compartida”, organizada por EFE Salud con la colaboración de la Asociación Española de Fabricantes de Yogur y Postres Lácteos Frescos (AEFY).
Entre los asistentes se encontraban Marina Pollán, directora general del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII); Ana López-Santacruz, directora ejecutiva de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN); Irene Bretón, coordinadora del área de obesidad de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN); y Antoni Bandrés, presidente de la AEFY.
El informe destaca que el yogur está demostrado que ayuda a la prevención de la obesidad, mejora la salud ósea, y tiene un impacto positivo tanto en la salud digestiva como en la microbiota.
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En el ámbito doméstico, el 56 % de los niños lo consume diariamente. Sin embargo, en los menús escolares, los estudiantes reciben un yogur un máximo de entre 0 y una vez a la semana: el 32,8 % nunca lo toma en el entorno escolar.
Esto ocurre a pesar de la problemática de la obesidad en España y de la alta prevalencia de déficit de vitamina D en la población infantil, según señala la nota técnica presentada.
Por todo lo anterior, el documento aboga, entre otras cosas, por una mayor presencia del yogur en las opciones de los comedores escolares.
La directora ejecutiva de la AESAN recordó que un 36,1 % de los niños y niñas en España de 6 a 9 años presenta exceso de peso, y enfatizó que el entorno escolar es fundamental para fomentar patrones de vida saludables.
En este sentido, López-Santacruz subrayó que el yogur contribuye a la prevención de diversas enfermedades. A continuación, destacó que la recomendación dietética de la AESAN es consumir leche y derivados lácteos hasta un máximo de tres raciones diarias, sin azúcares añadidos.
Con el fin de optimizar las condiciones de nutrición y alimentación de la población infantil, Santiago Cervera, director de PI Salud, elaboró una nota técnica que analiza las evidencias científicas existentes sobre los beneficios del yogur en la dieta de los escolares.
El documento resalta los macronutrientes, con proteínas de alto valor biológico; así como los micronutrientes, tales como el calcio, el magnesio, vitaminas y los cultivos vivos, los cuales son la base del proceso de fermentación del yogur.
Por su parte, Irene Bretón, de la SEEN y miembro del Comité Científico de AESAN, insistió en que el yogur, gracias a que está fermentado, facilita una mejor absorción de los nutrientes, además de otras propiedades beneficiosas.
Por ello, consideró de suma importancia informar al entorno educativo y a las familias sobre las ventajas de este alimento. También criticó que la normativa española lo clasifique dentro de la categoría de “otros postres”, limitando su frecuencia a 0-1 vez por semana en los menús escolares.
Desde el ISCIII, la directora general enfatizó que la infancia es la etapa clave para el aprendizaje de hábitos saludables y que los menores pueden convertirse en agentes de prevención.
A su parecer, el comedor escolar es un espacio de aprendizaje.
Pollán hizo hincapié en los beneficios inherentes a la dieta mediterránea y lamentó que cada vez cuente con menos adeptos.
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