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El proyecto Boca Chica Garden, también llamado Garden at the Beach, se promocionó como un conjunto de apartamentos frente al mar pensado para el retiro de dominicanos que vivían en el exterior, pero terminó siendo un fraude que generó pérdidas millonarias y sueños rotos. Según una investigación de *El Informe* con Alicia Ortega, más de un centenar de personas dispensaron sus ahorros en un terreno vacío donde nunca se levantó una sola pared.
Uno de los perjudicados, Otoniel Pichardo, residente de Miami desde hace 40 años, relató entre lágrimas que trabajó “como un caballo, peso a peso”, con la ilusión de volver a su país para disfrutar la jubilación. “Todo parecía impecable, lo tenían todo bien camuflado”, comentó Pichardo, quien apostó 80 mil dólares en cuatro inmuebles con entrega prevista para octubre de 2024.
El sueño comenzó a desmoronarse cuando, en abril de 2023, un amigo le envió un video del sitio abandonado y lleno de agua estancada. Pichardo viajó en junio para intentar recuperar parte de su dinero, pero la empresa le indicó que solo le reembolsarían cuando lograran vender los apartamentos. “Allí quedó enterrado mi sueño, en esa pared que ven ahí”, lamentó.
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Otra víctima, Francia Romero, explicó que se sintió atraída por la supuesta vista al mar de los departamentos. “Allí deposité todas mis ilusiones”, expresó tras perder 38 mil dólares.
Gabriel Rodríguez, un camionero puertorriqueño que vivió 17 años en República Dominicana, aseguró que “nunca pusieron una varilla, ni una columna”. En 2024 verificó personalmente que el proyecto no había avanzado y decidió retirarse.
El abogado Miguel Serum, que representa a más de cien afectados, informó que se presentó una denuncia contra Edgar Hernández y su esposa Mabel Hernández por estafa agravada y lavado de activos. “El proyecto se presentó como un paraíso terrenal, pero resultó ser un engaño muy bien estructurado”, manifestó.
Los apartamentos se vendían entre 54 mil y 80 mil dólares, según el tamaño. El plan prometía 207 unidades habitacionales, locales comerciales, piscina, gimnasio, restaurante, Cigar Club, parqueo, planta eléctrica y ascensores, firmados en contrato por una mujer identificada como Margarita Medrano.
Por su parte, el abogado del proyecto, Frankelis Peña, negó que se tratara de una estafa, alegando que los retrasos se deben a “problemas con los permisos” y que su cliente está vendiendo propiedades para responder a los compradores.
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