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Las controversias que, durante años, han venido asediando al hermano del rey Carlos III del Reino Unido, alcanzaron su punto culminante el pasado viernes con un comunicado inesperado, redactado de su puño y letra. En él, y con el pretexto de no perjudicar a su familia, anunciaba su renuncia a sus títulos y honores reales.
Londres.- Tras renunciar a casi todas sus dignidades, la debacle del príncipe Andrés todavía no toca fondo. Este domingo se reveló una nueva información: el hermano del rey Carlos III del Reino Unido supuestamente intentó recurrir a la Policía para hostigar y acallar a Virginia Giuffre, quien lo acusó de abuso sexual.
Las polémicas que han acosado durante años al ahora exduque de York se zanjaron el pasado viernes mediante un inesperado escrito personal, donde manifestó que, con el fin de proteger a su familia, decidía abandonar sus títulos y privilegios reales. Sin embargo, se da por hecho que la presión ejercida por el propio monarca fue la razón de fondo para esta decisión. Ahora, incluso se pide que se le despoje de su estatus de príncipe.
En medio de la conmoción generada por el anuncio, varios medios británicos revelaron hoy que Andrés había intentado obtener información sensible sobre Giuffre. Esto ocurrió después de que ella lo acusara de haberla forzado a mantener relaciones sexuales siendo menor de edad, tras caer en la red del magnate estadounidense y convicto pedófilo Jeffrey Epstein, quien murió en prisión en 2019.
La Policía Metropolitana de Londres (MET) afirmó estar evaluando “activamente” la posibilidad de que el príncipe haya utilizado a la institución para indagar en el pasado de Giuffre, quien trágicamente se quitó la vida en abril pasado a los 41 años.
“Estamos al tanto de las noticias difundidas por los medios y estamos llevando a cabo una investigación exhaustiva sobre las acusaciones”, declaró la MET en un comunicado oficial.
El periódico sensacionalista ‘Mail on Sunday’, que anteriormente ya había sacado a la luz la controvertida foto del príncipe con Giuffre en una residencia de Londres, aseguró que en 2011 Andrés solicitó a un agente de la MET, que además era su guardaespaldas de servicio oficial, que investigara a la ciudadana estadounidense. Para ello, le facilitó su fecha de nacimiento y su número de seguridad social.
Paralelamente, ‘The Sunday Telegraph’ informó que el hermano del monarca buscó “desenterrar suciedad” sobre Giuffre, “escarbando” en su vida íntima para montar una campaña de desprestigio en su contra.
Según el ‘Mail’, Andrés llegó a enviar un email al entonces subsecretario de prensa de la reina Isabel II, comunicándole que había pedido datos a su escolta y que, al parecer, Virginia tenía historial delictivo en EE. UU., algo que su familia niega con rotundidad.
Por otra parte, ‘The Sunday Times’ reveló hoy que el príncipe Guillermo, directo heredero al trono británico, se encuentra “insatisfecho” con la resolución de su tío y exige medidas mucho más severas, incluyendo la exclusión de Andrés de su futura ceremonia de coronación y de otros eventos privados o públicos de la casa real.
Durante todo el fin de semana, diversas voces, como la de la familia de Virginia, han instado al soberano a que le retire los títulos que todavía conserva, como el de príncipe, y otros beneficios, como su derecho a residir en el Royal Lodge, dentro de los terrenos del castillo de Windsor (en las afueras de Londres).
Andrés mantiene el título de príncipe, ya que este se otorga automáticamente por nacimiento y solamente puede ser revocado mediante una orden expresa del rey. Por este motivo, el Gobierno británico aclaró hoy que este asunto es competencia exclusiva de la casa real.
El ministro de Energía, Ed Miliband, adelantó a la cadena Sky News que el Ejecutivo “tomará la dirección” que marque “el palacio y la familia real”.
“La situación solo se calmará si abandona el Royal Lodge, se autoexilia en el extranjero junto a su exesposa (Sarah Ferguson) y, básicamente, se le despoja de todo honor, incluyendo el tratamiento de príncipe Andrés”, sugirió hoy en Sky News el historiador Andrew Lownie, autor del libro ‘Entitled: The Rise and Fall of the House of York’ (Privilegiado: auge y ocaso de la Casa de York).
Desde Eduardo VIII (1936), el rey que abdicó por amor y simpatizó con el Nazismo, no había existido un miembro de los Windsor tan perjudicial y riesgoso para la propia continuidad de la monarquía británica como Andrés, el hijo favorito de la difunta Isabel II.
Por esta razón, Carlos III llevaba tiempo buscando apartarlo lo máximo posible de la esfera familiar y la vida pública, siguiendo el ejemplo de su propia madre cuando, en 2022, le retiró todos sus títulos militares y patrocinios.
Dos años antes, el príncipe había protagonizado una entrevista desastrosa en la BBC donde trató, sin éxito, de desvincularse de Epstein y de las acusaciones de agresión sexual provenientes de Giuffre.
Posteriormente, en febrero de 2022, llegó a un acuerdo económico extrajudicial millonario con ella, sin reconocer culpabilidad alguna.
A pesar de su apartamiento, Andrés continuó haciendo uso de su alta posición aristocrática para gestionar negocios internacionales o cultivar relaciones cuestionables, como la que mantuvo con un espía chino, aparentemente buscando beneficios económicos.
En fragmentos de un libro póstumo difundidos el pasado jueves en ‘The Guardian’, Giuffre detalla encuentros con el príncipe en Londres, Nueva York y la isla privada de Epstein en las Islas Vírgenes, cuando ella era menor y estaba siendo coaccionada por el magnate y su colaboradora Ghislaine Maxwell, condenada por tráfico sexual en Estados Unidos.
Se espera que salgan a la luz más detalles comprometedores para Andrés con la publicación, este martes, del libro ‘Nobody’s Girl: A Memoir of Surviving Abuse and Fighting for Justice’ (Chica de nadie: Memorias de sobrevivir al abuso y luchar por la justicia), coescrito por Giuffre junto a Amy Wallace.
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