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Madrid – El Real Madrid abrió su caja de triunfos en la Euroliga con un sólido aplauso ante el Olympiacos (89‑77), su verdugo en los playoffs de la pasada edición, en una contienda de brillo colectivo donde cuatro jugadores alcanzaron cifras de doble dígito en valoración, y donde aplastaron al rival en el último cuarto.
El conjunto blanco se presentaba ante su afición en esta temporada tras dos caídas dolorosas: la final de la Supercopa de España contra el Valencia Basket y la derrota en su primer partido de Euroliga ante el Virtus Bolonia, una jornada negra desde el triple, con apenas 3 aciertos de 23 intentos.
Aquellos problemas en el tiro lejano no los tuvo el equipo griego en el primer cuarto, que registró cifras extraterrestres desde la zona perimetral.
Acertaron siete de ocho, y el único revés llegó en un intento sobre la bocina, como si estuviera sonando una flauta.
El protagonista de ese espectáculo fue Tyler Dorsey; salió a los diez minutos con cuatro triples, 16 puntos y 14 de valoración, dentro de los 21 que acumularon todos los jugadores del Real Madrid en conjunto.
La lluvia no ahogó a los de Sergio Scariolo, conscientes de que esos registros eran imposibles de sostener a largo plazo. Y no se equivocaron, pues ese 7‑de‑8 se transformó en un 1‑de‑7 en el segundo período.
Eso, sumado a una mejora de los locales, que insertaron en esos diez minutos cuatro triples más que en los cuarenta jugados en Bolonia, permitió que todo se equilibrara por momentos tras un parcial de 9‑1 impulsado por Gabriel Deck.
Algunos instantes finales de la primera mitad, con Sasha Vezenkov, quien hasta entonces brillaba poco, permitieron a los suyos cerrar el bloque con un margen de seis puntos a favor.
El tercer cuarto se abrió con una jugada elegante del anfitrión, que desplazó el balón con rapidez y visión para que Andrés Feliz culminara con un triple liberado en la acción que dio inicio a la segunda mitad.
Finalmente, y no sin esfuerzo, el Real Madrid logró ponerse por delante por primera vez en la noche con cuatro minutos y veinte segundos del tercer cuarto, gracias a un triple de Alberto Abalde.
Un logro digno fruto de la constancia, que los aficionados celebraron con un grito de júbilo al unísono. La alegría duró poco, pues el Olympiacos respondió con un 2‑8 de dominio en la pintura hasta la media hora, ganando rebotes y duelos individuales en ambos aros (64‑69, m.30).
Esa actitud contrastó con la de los de rojo y blanco en su retorno al parquet para el cuarto decisivo, encadenando errores y fallos en situaciones ofensivas favorables durante cinco minutos y cuarenta segundos, período en el que no anotaron ni un solo punto.
Como era previsible, el Olympiacos salió tímidamente de la cueva con cuatro puntos consecutivos. Muy poco para poner en duda a un conjunto madridista que ya contaba con plena confianza en sus opciones y apenas titubeó para cerrar el duelo a su favor, con Hezonja poniendo el broche con un mate de regocijo.
**89 – Real Madrid (19+28+17+25):** Andrés Feliz (9), Hezonja (18), Abalde (3), Lyles (8), Tavares (7) – cinco iniciales –; Campazzo (9), Deck (13), Okeke (5), Kramër (3), Garuba (2), Bruno Fernando (6), Llull (6).
**77 – Olympiacos (29+24+16+8):** Fournier (14), Walkup (4), Dorsey (20), Vezenkov (13), Milutinov (10) – cinco iniciales –; Ward (7), Papanikolau (3), Peters (‑), Kostas Antetokounmpo (2), Hall (‑), Lee (4).
Damir Javor (Eslovenia), Uros Nikolic (Serbia), Dragan Porobic (Bosnia‑Herzegovina). Sin eliminados.
Incidencias: partido de la segunda jornada de la Euroliga disputado en el Movistar Arena de Madrid ante 7.920 espectadores. En la previa se guardó un minuto de silencio en memoria de José Araquistáin, exportero del Real Madrid fallecido recientemente.
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