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Fuego, añoranza y amanecer urbano: Wisin, Jowell y Randy estremecieron la Feria Ganadera hasta el alba

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Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

El artista puertorriqueño (“boricua”) hizo clic al instante con el público dominicano, que no dudó en corear a voz en cuello temas de culto como “Vitamina”, “Saoko”, “Noche de Sexo” o “Besos Mojados”, entre otras melodías que definieron la era dorada del género urbano.

Santo Domingo resplandeció al son del reguetón de antaño en el Óvalo de la Feria Ganadera, donde una oleada de éxitos, efectos luminosos y grandes emociones puso candela a la noche sabatina.

Ajustadamente a las 10:00, completamente vestido de oscuro, Wisin irrumpió en el escenario entre flamas que brotaban de la plataforma, bruma, reflectores y estallidos cromáticos que caían sobre la audiencia cual lluvia festiva; desde esa primera impresión, la multitud comprendió que la velada sería memorable.

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El músico boricua conectó enseguida con la audiencia dominicana, que rápidamente coreó a pleno pulmón clásicos como “Vitamina”, “Saoko”, “Noche de Sexo”, “Besos Mojados”, y otros himnos que marcaron el período de esplendor del género.

Hubo meneo, saltos y canto en cada remate, singularmente en las piezas de reggaetón antiguo, donde la añoranza se apoderó de la escena.

Alrededor de las 11:45 de la noche, Wisin se despidió dejando la pista prendida y el ambiente cargado al máximo.

El relevo llegó a las 12:10 de la madrugada, cuando Jowell & Randy tomaron el tablado con una puesta visual inesperada, en modo “hacienda”, con indumentarias a juego que provocaron risas, asombro y algarabía entre los seguidores.

Más tarde, el dúo urbano transformó por completo la ambientación con un segundo concepto de “vaqueros relucientes”, fusionando lo texano con brillos, texturas y luces que acompañaron el ritmo trepidante de la madrugada.

El público se desató con éxitos como “Gárgola”, “Bonita”, “Shorty” y otras canciones que hicieron vibrar el suelo y despertaron la memoria colectiva del reguetón de barrio. Pero uno de los instantes más conmovedores de la noche llegó con un tributo a Ruddy Pérez, cuando se escuchó “Color de Rosa” mientras una enorme bandera dominicana iluminaba la pantalla principal.

La aclamación del público no se hizo esperar: aplausos, celulares al aire y una mezcla de orgullo y emoción patriótica.

Las sorpresas no terminaron en ese punto: Los Pepes, Yomel El Meloso, Kiko El Crazy y Chimbala aparecieron como invitados estelares, desatando saltos, euforia y una sintonía absoluta entre la tarima y los presentes.

El fuego volvió a surgir, los cañones de confeti regresaron y el público respondió bailando hasta el final.

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