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Las intensas precipitaciones originadas por la tormenta tropical Melissa están causando a su paso inundaciones, desbordamientos fluviales, deslizamientos de tierra y daños en diversas provincias, afectando infraestructuras y forzando el desplazamiento y el alojamiento de decenas de núcleos familiares.
La Defensa Civil comunicó que en Villas Agrícolas, dentro del Distrito Nacional, 48 residencias sufrieron anegamiento, sumado al desborde de la cañada Bonavides que comprometió a otras 40.
Reportes a nivel local resaltan que en Sabana Toro, San Cristóbal, se procedió a la evacuación de 15 individuos debido al aumento del caudal del río Yubazo, y el crecimiento del río Nigua provocó el derrumbe de un muro de gaviones en la zona de Pueblo Nuevo, en Cambita Garabitos, dejando en situación de riesgo a numerosas familias que habitan en esa área.
Mientras tanto, en esa misma provincia, específicamente en los sectores de Lavapié, Moscú y Madre Vieja, una multitud de viviendas terminaron anegadas como consecuencia de los fuertes aguaceros que castigan esa demarcación y gran parte del territorio nacional.
Otras inundaciones tuvieron lugar en los sectores de Playa Najayo, Samoa, La Cabia, El Buen Pastor, y San Isidro, próximo al Reformatorio, donde las viviendas quedaron inundadas y se registró la caída de decenas de árboles.
El organismo de asistencia y rescate informó acerca de la ocurrencia de desprendimientos de tierra en el sector capitalino La Puga de Arroyo Hondo, y 16 personas fueron trasladadas al refugio El Túnel, en Capotillo, ante el incremento del flujo del río Isabela. En Capotillo, además, se reubicó a algunas familias en un albergue, con el propósito de salvaguardar sus vidas, dada la condición de vulnerabilidad en que se encontraban por el desbordamiento del río Isabela.
En el sector Herrera, Santo Domingo Oeste, se reportaron casas inundadas y desprendimientos de tierra. La tormenta Melissa también generó serios inconvenientes en Barahona, donde los ríos Lemba y Platón incomunicaron las localidades de Platón y Paraíso. En esa provincia, asimismo, existen notificaciones de árboles caídos en la carretera que une Barahona con Enriquillo y en las vías hacia Polo y Villa Nizao.
En San José de Ocoa, el río Nizao experimentó una crecida cerca de Los Quemados, dejando parcialmente incomunicadas a 15 comunidades.
Además, los informes documentan el deterioro de una carretera, un puente y el hundimiento de un carril de una vía en María Trinidad Sánchez, a causa de las lluvias intensas, y de un camino vecinal en El Manaclar, en Peravia, todo ello producto de los deslizamientos de tierra.















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