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La joven Lisbeth Suriel, de 24 años de edad, ha denunciado abiertamente ser víctima de una presunta negligencia médica en el Hospital Doctor Vinicio Calventi, ubicado en Los Alcarrizos, después de someterse a una cesárea. Según su relato, el procedimiento desencadenó complicaciones severas y un periodo de convalecencia definido por el abandono, un entorno insalubre y una carencia notable de atención especializada.
Suriel rechazó categóricamente la versión emitida por la dirección del centro sanitario, que había asegurado haber seguido todos los pasos del protocolo establecido. De acuerdo con su testimonio, fue enviada a su domicilio directamente desde la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), a pesar del estado crítico en el que se encontraba.
“Me enviaron a casa con una infección. Ellos afirman que todo se hizo conforme al protocolo, pero yo perdía líquido y tenía la necesidad de asearme con sábanas sucias que yo misma tenía que retirar”, manifestó la joven en declaraciones a medios de comunicación nacionales.
La paciente detalló que el parto ocurrió el 5 de septiembre, tras un diagnóstico inicial de preeclampsia de carácter leve, pero que posteriormente sufrió una perforación intestinal, que condujo a serias complicaciones. A su parecer, el hospital no reconoció la gravedad del perjuicio ni le proporcionó el manejo médico apropiado.
“El hospital jamás va a relatar los hechos tal como sucedieron. Yo pediría que el director emita otro comunicado de prensa y dé explicaciones, porque él se refirió únicamente a lo que quiso y no a la realidad de lo ocurrido”, añadió Suriel.
A su vez, el centro hospitalario comunicó que se trató de una perforación por apendicitis y que se convocó a una junta médica para efectuar la intervención quirúrgica, descartando cualquier tipo de mala praxis en el proceso.















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