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Hoy celebramos el Día Mundial de la Menopausia, una fecha fijada de consuno por la Sociedad Internacional de la Menopausia (SIM) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde el año 2000.
El propósito es generar conciencia acerca de esta fase natural de la vida femenina, impulsar la salud y el bienestar, y combatir los prejuicios y las falsas ideas que la rodean. Se busca que las mujeres obtengan el respaldo necesario y puedan transitar esta etapa manteniendo una buena calidad de vida, a la par que se fomenta la investigación y la detección precoz de posibles complicaciones. Por ello, insto a nuestros estimados lectores a repasar ciertos conceptos e ideas que faciliten su mayor entendimiento y gestión.
Este asunto sigue siendo motivo de inquietud tanto para mujeres como para hombres. Las particularidades propias de esta etapa vital desencadenan alteraciones que impactan de forma diferente en cada individuo.
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Se trata del momento en la vida de una mujer donde sus ciclos menstruales tienden a cesar. Es un proceso normal y esperable que usualmente se presenta entre los 45 y 55 años de edad.
¿Cuál es su origen? Los ovarios dejan de soltar óvulos y disminuye la producción de las hormonas femeninas: estrógeno y progesterona. Esta reducción hormonal provoca cambios que se manifiestan como los síntomas de la menopausia. Habitualmente, su aparición no es repentina, sino que se va haciendo patente de forma gradual. Se espacia la menstruación, se vuelve menos abundante y su duración se altera.
La mujer pierde la facultad de procrear. Los detonantes son las variaciones endócrinas que dan pie a una serie de modificaciones a nivel psicofisiológico: el cese de la menstruación, la atrofia genital que podría dificultar el acto sexual, la inestabilidad vasomotora con sofocos y transpiración excesiva. Concomitantemente, puede aparecer una leve virilización con cambios en la voz, en la distribución de la grasa corporal, incremento del vello, disminución del volumen de los senos y pérdida de la flexibilidad de la piel.
La llegada de la menopausia, un suceso inevitable, puede ser vivido por ciertas mujeres de modo dramático, pudiendo coincidir con transformaciones en el entorno familiar: los hijos abandonan el hogar y muchas de las muestras de afecto y atenciones recibidas y dadas se modifican o desaparecen.
Centrémonos en algunos de sus principales síntomas:
Se considera que la menopausia está consolidada cuando la mujer lleva doce meses sin tener el período.
Actualmente, la mujer participa más plenamente en una vida profesional y social activa, un factor que contribuye a que este cambio se afronte de modo menos traumático y con mayores niveles de aceptación y adaptación.
¿La menopausia ocurre en los hombres? Se produce un descenso en los niveles de testosterona ligado al envejecimiento; algunos utilizan términos como “menopausia masculina”, “andropausia” o “pitopausia”, sin embargo, los cambios hormonales asociados a la edad varían entre mujeres y hombres. En las mujeres, la ovulación cesa y la producción hormonal disminuye en un lapso breve. En los varones, la síntesis de testosterona y otras hormonas desciende, pero a lo largo de muchos años.
Es crucial señalar que, tras la menopausia, el riesgo de que la mujer desarrolle ciertas patologías se incrementa: enfermedades del corazón y vasculares, osteoporosis, incontinencia urinaria u obesidad.
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