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Shohei Ohtani parece más el Sultán del Squat que un Babe Ruth de la era moderna cuando la pieza clave de los Dodgers de Los Ángeles actúa en Filadelfia.
Aún no ha registrado ninguno de sus 250 jonrones en la ciudad del susurro de la libertad. Su promedio de bateo en el Citizens Bank Park es .250, con apenas dos extrabases y cuatro carreras impulsadas en 12 partidos y 44 turnos al bate. Fue ponchado 16 veces.
Así que, si su bate está helado, ¿por qué no probar lanzar?
Ohtani, por fin, subirá al monte como lanzador en la postemporada este sábado, en el primer juego de la Serie Divisional de la NL contra los Filis.
La serie al mejor de cinco entre dos franquicias que han participado en la Serie Mundial en los últimos tres años (y que, por alguna razón, no se habían medido en los playoffs desde 2009) está plagada de poder estelar.
Bryce Harper y Trea Turner. Freddie Freeman y Mookie Betts.
Sin embargo, ningún otro jugador brilla tanto en la serie como Ohtani.
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