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Aunque su rostro se inmortalizó en el video más visto de la historia, su existencia después de aquella vivencia fue un torbellino de popularidad, olvido, dependencias, pleitos legales y melancolía.
Ray apenas tenía 23 años cuando en 1983 fue elegida para encarnar a la pareja del cantante en el cortometraje musical dirigido por John Landis, inspirado en las películas de terror de la década de los cincuenta.
Su imagen mostraba una mezcla de candidez, sensualidad y magnetismo. De esta forma, Ola se convirtió en la primera mujer en compartir escenas románticas con Jackson, y en la única coprotagonista femenina de un videoclip suyo durante la cima de su carrera.
Con su coreografía de muertos vivientes, la narración del actor Vincent Price y la emblemática chaqueta roja de Jackson, el video eliminó las fronteras entre el cine y el ámbito musical.
Fue considerado, según la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, “el videoclip más célebre de todos los tiempos”, y el primero en ser incorporado al National Film Registry por su trascendencia cultural e histórica.
Antes de Thriller, Ola Ray ya había experimentado otro tipo de exposición mediática. Nacida en San Luis, Misuri, en 1960, se trasladó siendo joven a California persiguiendo el sueño de convertirse en intérprete y modelo.
Según relató un informe de Vanity Fair en 2010, Ray fue seleccionada entre cientos de candidatas por su “gran sonrisa y la innegable química” que surgía con Jackson durante la audición.
El propio artista, quien ignoraba que Ray había sido playmate, inicialmente se mostró reacio, pero el director lo convenció de que era la candidata ideal para su escalofriante aventura.
“Me sentí como la chica con más suerte del mundo”, evocó Ray años más tarde en una entrevista con Closer Weekly. “Michael me hacía reír constantemente, era tan afectuoso, tan modesto. Nos divertíamos como niños. Jamás imaginé que el video alcanzaría esa magnitud.”
De acuerdo con Ray, era obvio que Jackson y ella conectaban en todos los aspectos. En 2019, la actriz corroboró personalmente que su relación con Jackson superó lo profesional.
“Sí, Michael y yo tuvimos un acercamiento íntimo durante Thriller. Lo besé en el set, y después en su camerino. Fue un beso muy efusivo… y hubo algo más”, reconoció al Daily Mail. “Él se desnudó delante de mí, pero eso lo detallo en mi libro”.
Ray explicó que ese breve romance entre ambos generó cierta crispación en el rodaje, ya que el cantante decidió finalizar la relación debido a una promesa que había hecho a un amigo suyo, quien también estaba interesado en ella.
“Cuando supe de quién se trataba, me enfadé mucho. Me reencontré con Michael meses después, en los estudios Westlake, donde estaba grabando Bad con Quincy Jones. Me propuso almorzar, pero me negué. Aquel fue el último día que lo vi”, reveló al periódico sensacionalista.
Cuando Thriller se lanzó a nivel global el 2 de diciembre de 1983, la repercusión fue instantánea. El video se retransmitía sin pausa en MTV, duplicó las ventas del disco — que se consolidó como el más vendido de la historia, con más de 120 millones de ejemplares — y modificó los parámetros de la industria musical.
Pero para Ola Ray, la notoriedad fue un arma de doble filo. De pronto, pasó de ser una actriz en ascenso a un rostro conocido en todo el planeta.
“Tenía gente que venía a golpear mi puerta solo para verme, para pedirme autógrafos”, relató. “Tuve que mudarme de mi piso porque se volvió insostenible”.
Desde el punto de vista económico, la situación no fue tan favorable. Ray recibió un pago inicial de únicamente 2.500 dólares por su participación, y — según afirmó — no volvió a percibir dinero durante años, a pesar de haber firmado un acuerdo que contemplaba regalías.
La desilusión y la presión mediática la condujeron a una espiral autodestructiva. En la misma conversación con Daily Mail, Ola admitió que cayó en una adicción a la cocaína y padeció episodios de depresión severa, llegando incluso a intentar quitarse la vida.
Con el transcurso del tiempo, Ola intentó reorganizar su vida, pero el litigio por los derechos de Thriller persistió. En mayo de 2009, solo un mes antes de la muerte de Michael Jackson, introdujo una demanda contra el cantante por regalías que no le habían sido abonadas. El proceso se extendió por años y, finalmente, en 2013, el patrimonio de Jackson le otorgó un pago de 75.000 dólares.
Ray no fue la única en presentar reclamaciones. El propio John Landis también demandó a la herencia del artista por discrepancias financieras, mientras que Vincent Price — la voz de la narración del video — había aceptado un pago único de 20.000 dólares, renunciando así a millones en posibles ganancias.
Tras su fugaz fama en los ochenta, Ola apareció en series como Cheers y Gimme a Break! y en películas como Fear City (1984) y Beverly Hills Cop II (1987). Pero su trayectoria se esfumó rápidamente. En 1992 fue detenida por posesión de estupefacientes y decidió apartarse del ambiente.
Su vida experimentó un cambio en 1995, con el nacimiento de su hija. Con el tiempo, permaneció alejada de las cámaras, centrada en la maternidad y en su recuperación personal.
“La fama tiene un coste que puede acarrear trampas inesperadas. Mi alejamiento del ojo público nunca fue deliberado; fue una barrera contra los depredadores una vez que fui arrojada al foco global.”
Hoy, a sus 65 años, Ola Ray reside en Los Ángeles y se dedica a la escritura y la producción. En 2024 anunció su visita a Argentina para un encuentro con aficionados de Michael Jackson, programado para abril de 2025, pero tuvo que anularlo debido a los incendios forestales que afectaron su propiedad.
Desde su hogar, sigue recordando a Jackson con afecto. “Tengo un gran cartel suyo. Lo veo cada mañana al despertarme. Haber sido parte de Thriller fue la más inmensa de las bendiciones de mi vida”, comentó hace unos años a Closer Weekly.
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