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Santo Domingo.- Desde su infancia, Raúl Román creció inmerso en la música. Su abuelo, Monguito, le impartió los primeros aprendizajes de acordeón, en un entorno familiar donde los instrumentos marcaban el pulso de varias generaciones.
Recuerda con claridad el día en que, siendo apenas un niño, recibió un acordeón de las manos de su abuelo. No obstante, su verdadera pasión era el piano. “Tuve que aprender lo que veía en casa y así fui creciendo entre acordeones, güira y tambora”, relata con nostalgia.
Hijo del maestro de la música típica, el puertoplateño Rafelito Román, Raúl se crió junto a sus hermanos en un hogar donde la música formaba parte de la vida cotidiana. “Eso era lo que escuchábamos en la casa, a nuestros padres y abuelos”, afirma al evocar cómo el arte se transmitía de generación en generación.
De su padre no solo recibió clases, sino una auténtica guía para estudiar música. Ese momento encendió en él una llama que lo acompañará siempre. “El merengue típico es mi vida y me corre por las venas”, confiesa con orgullo.
Una figura influyente
Conocido como “La Maestría” por su habilidad, Raúl es polifacético y autodidacta. Domina todos los instrumentos del merengue —patrimonio inmaterial de la humanidad desde 2016— y ha convertido la música en su pasión y sustento, desde sus inicios en la denominada “Novia del Atlántico”.
Con varias décadas en los escenarios, Raúl Román es considerado uno de los grandes exponentes de la güira, la tambora y el acordeón, y su influencia se magnifica al pertenecer a la dinastía Román.
Su faceta de compositor también ha dejado huella: muchos de sus temas han sido interpretados por agrupaciones como Banda Real, María Díaz, Joe Veras, La Princesa del Acordeón, Nixon Román, Mambo Swing, The Legends, Nelly Wing y Yovanny Polanco, entre otros, dentro de géneros como el merengue típico, el merengue de orquesta, la bachata y la salsa.
Nuevas generaciones
Raúl no solo interpreta y compone, también comparte su saber. Desde su casa ha formado a más de quince jóvenes acordeonistas bajo su propio estilo. “Yo enseño de una forma distinta: primero les muestro a conocer el instrumento y después a tocarlo”, explica.
Aunque no planea abrir una escuela formal, su enseñanza ya ha marcado a una nueva generación de músicos. Con varias décadas en el ruedo musical, es considerado uno de los más influyentes del género de güira, tambora y acordeón, y más aún por formar parte de la dinastía Román.
Entrevista
— Temas
Con su agrupación promueven varios cortes musicales en plataformas digitales y en la radio nacional. Afirma: “Con mi música quiero continuar el camino que dejó mi padre, adaptándola a los nuevos tiempos y con los colores que nos identifican”.
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