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Madrid, 20 oct (EFEverde).- Ideado para aminorar el consumo de plásticos, Revalvia, una *startup* valenciana, propone el desarrollo de un biocompuesto ecológico y duradero a partir de los desechos de conchas de moluscos. El objetivo de la empresa es claro: convertir residuos en insumos sustentables para sectores como el de la edificación o el diseño de espacios interiores.
Así lo ha manifestado su fundadora, Carina Caldeira, durante una conversación con EFEverde. En ella, ha enfatizado que la finalidad de la empresa es consolidarse como referente en la transformación de desechos, colaborando con diversas industrias y promoviendo el uso de alternativas de materiales respetuosos con el medio ambiente.
Caldeira, quien forma parte activa del programa de incubación Crea Crece de SkyLab, impulsado por la Cámara de Comercio de Valencia, trabaja en la conversión de los residuos de conchas de moluscos en carbonato de calcio en polvo. Este ingrediente tiene el potencial de disminuir significativamente el volumen de plástico de origen fósil empleado hoy en día.
Con ese propósito, la máxima responsable de Revalvia ya está llevando a cabo pruebas exhaustivas para validar su producto, en colaboración con instituciones de referencia como el Instituto de Tecnología Cerámica (ITC) de Castellón y el Instituto Tecnológico del Plástico (AIMPLAS) de Paterna.
Con formación en biología marina, Caldeira concibió la idea de esta iniciativa empresarial mientras trabajaba en un criadero de ostras en la región de Bretaña, Francia, entre 2021 y 2023.
“Allí fui testigo de cómo a diario se acumulaban grandes cantidades de conchas que, finalmente, no tenían aprovechamiento. Lo usual era que muchas empresas las devolvieran al mar. Esto, a la larga, representa un problema ecológico, ya que se vierte una cantidad de conchas que no se reponen naturalmente a esa velocidad”, explica a EFEverde.
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Fue en ese lugar donde comenzó a esbozar el proyecto. Tras su regreso a Valencia en 2023, decidió darle continuidad, puesto que la Comunidad Valenciana produce el 5 % de los bivalvos de España, solo superada por Galicia y Cataluña.
“He constatado que en esta región también se generan grandes volúmenes de residuos”, afirma, antes de detallar que su meta es que, con estos materiales de desecho, “se pueda construir una economía circular en la Comunidad Valenciana”.
Mediante un proceso que aún se encuentra en su fase de ensayo, Revalvia contempla el tratamiento de las conchas –incluyendo limpieza, desinfección y secado– para luego triturarlas y someterlas a un proceso de molienda. El resultado es un polvo fino de 100 micras que, al ser mezclado con resinas, bioplásticos o plásticos ya reciclados, permitirá reducir el uso de polímeros fósiles en diversos entornos industriales.
“La meta inicial es comenzar con la producción de *pellets*. Nuestra estrategia se centra en elaborar gránulos de este biocompuesto para su uso en técnicas de extrusión e inyección. Estos son los dos mecanismos que deseamos implementar para que la industria pueda reemplazar los materiales que, de momento, no cumplen con criterios de sostenibilidad”, asegura.
En este momento, Caldeira se enfoca en dar a conocer el proyecto, “buscando establecer alianzas tanto a nivel de personal como externas”, que permitan el desarrollo de nuevos productos, además de la crucial búsqueda de financiación.
“Estamos recibiendo propuestas de contacto por parte de industrias, empresas o grupos que se dedican a la creación de productos para la construcción. Lo que buscamos no es ser una compañía conocida por un producto singular, sino ser distinguidos por la manera en que estamos contribuyendo o innovando en el sector de materiales sostenibles, dada la versatilidad de sus aplicaciones”, sostiene.
Además del área de la construcción, destaca el potencial en la decoración de interiores, la fabricación de equipamiento deportivo o el reemplazo de vasos de plástico, ámbitos en los que percibe grandes oportunidades de colaboración con empresas.
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Simultáneamente, Caldeira hace un llamamiento a la cooperación de explotaciones acuícolas y del sector Horeca (hostelería y restauración) para que faciliten sus residuos y así poder ofrecerles un nuevo ciclo de vida: “Es fundamental que la gente perciba que, al facilitar sus residuos, se puede generar un impacto positivo en la economía, siendo la Comunidad Valenciana un punto de partida”.
Este es un paso inicial hacia el uso de un material ecológico que tiene la capacidad de disminuir la dependencia del plástico, con el que la fundadora aspira a poder aportar su “modesto aporte a la sociedad y al entorno marino”, un ecosistema que “está siendo castigado a diario”.















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