Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
El triunfo de Toronto por 8-2 ante los Marineros en el Cuarto Juego, celebrado el jueves en el T-Mobile Park, confirmó la racha de los equipos visitantes al imponerse en todos los enfrentamientos hasta ahora, igualando la Serie de Campeonato de la Liga Americana (ALCS) a dos juegos por bando.
**Cuando los Toronto Blue Jays más lo requerían, *Mad Max* apareció.** Max Scherzer cubrió 5.2 entradas permitiendo dos carreras en el cuarto choque del jueves frente a los Seattle Mariners, abandonando la lomita con su equipo arriba 5-1 en el marcador.
El lanzador de 41 años recetó cinco ponches en 87 lanzamientos y el único daño significativo que toleró esa noche fue el jonrón solitario de Josh Naylor en el segundo episodio.
Si bien su *repertorio* de lanzamientos fue consistente, la *intensidad* y el espíritu competitivo de Scherzer parecieron ir escalando durante la apertura, alcanzando su punto álgido durante una visita del mánager al montículo en la quinta entrada.
Tras registrar el segundo *out* del inning, el *manager* de los Blue Jays, John Schneider, comenzó su camino hacia la lomita mientras Louis Varland se preparaba en el bullpen.
La transmisión captó cómo Scherzer gritaba enfáticamente “¡*Woah, woah*!” en dirección al *dugout* apenas Schneider iniciaba su trayecto.
Por el momento, la ventaja de jugar en casa no ha resultado relevante en esta Serie de Campeonato de la Liga Americana, algo que no podría alegrar más a los Blue Jays.
La victoria de los *Azulejos* por 8-2 sobre los Marineros en el Juego 4 del jueves en el T-Mobile Park mantuvo la dinámica de los visitantes ganando todos los duelos hasta ahora, nivelando la ALCS con dos juegos por equipo.
Impulsados por una desempeño magistral de Max Scherzer (41 años) y otro oportuno cuadrangular de Andrés Giménez, los Blue Jays silenciaron a la afición local por segunda noche consecutiva, garantizando que la serie retorne a Canadá con la balanza totalmente pareja.
En su apertura número 500 de su trayectoria profesional (combinando temporada regular y *postemporada*), Scherzer desafió el paso del tiempo, y su esfuerzo se resumió perfectamente en un momento captado en la quinta entrada que reflejó su personalidad de “Mad Max”.
Con un solo *out* para completar su labor, Scherzer gruñó y se excitó ostensiblemente durante la visita de su *manager* John Schneider, quien finalmente decidió mantener al diestro en el encuentro. Scherzer respondió ponchando a Randy Arozarena con una curva baja, sellando la jugada con un rugido y un puñetazo en el aire.
Vladimir Guerrero Jr. conectó un batazo de cuatro esquinas en el séptimo *inning* para ampliar la ventaja de Toronto. Fue su quinta conexión de *jonrón* en esta *postemporada*, superando de esta forma el empate con José Bautista (2015) como el jugador de los Blue Jays con más carreras impulsadas en una sola participación en *playoffs*.
Los equipos que pierden los Juegos 1 y 2, pero luego conquistan los Juegos 3 y 4 en cualquier serie de *playoffs* al mejor de siete, han terminado ganando esa serie en 10 de 23 ocasiones (43.5%). En series con el esquema actual 2-3-2 que llegan empatadas después del Juego 4, el equipo que afronta el Juego 5 como visitante ha conseguido la victoria final en 34 de 60 ocasiones (56.7%).
Max Scherzer se resistió a permitir que su actuación decayera. Ni en ese instante, ni en un futuro cercano.
Scherzer vibraba con furia en el montículo, reaccionando contra todo lo que la noche parecía sugerir. Si Scherzer fuese banquero o taxista, 41 años sería una edad provechosa, pero él no es ninguna de esas cosas. Es un lanzador. Siempre será un lanzador, y en la victoria de Toronto por 8-2 en el cuarto juego de la Serie de Campeonato de la Liga Americana, *se rebeló* ante cualquier sugestión de que pudieran arrebatarle su lugar.
“Mad Max” no se ganó su apodo por casualidad, ni ha perdido un ápice de su locura. En la hora previa al inicio del partido, recorría el campo de forma frenética y aparentemente errática. Trote circular, seguido de estiramientos de cuello. Corría 30 metros para luego simular unos lanzamientos invisibles.
Agregar Comentario