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La Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), que acaba de finalizar y fue la número 81, ha realizado un imprescindible análisis de la situación de los medios de comunicación en el continente americano, prestando atención también a las transformaciones que se están produciendo por motivos tanto tecnológicos como políticos. De acuerdo con los reportes periodísticos, se trató de un proceso exhaustivo, dedicado y enfocado en salvaguardar la libertad de prensa.
No es un secreto que la llamada prensa profesional atraviesa, desde hace ya varios años, por momentos de gran complejidad en casi todos los ámbitos de su actividad. Algunos piensan que esto se debe únicamente al paso de la tecnología analógica a la digital, pero la realidad es más compleja. Si bien esta transición es un componente crucial de la coyuntura, también influyen otros factores como la disminución de la confianza pública, la escasez de talento humano, el desplazamiento de la inversión publicitaria hacia plataformas emergentes y alternativas, la notable reducción en el hábito de la lectura y las presiones por parte de las autoridades gubernamentales.
Era impensable que la sociedad pudiera transformarse de la manera en que lo ha hecho, y que los medios de comunicación tradicionales no sintieran los efectos de ese cambio, que más bien ha significado una especie de fractura a nivel de conocimiento (epistemológica). Esta conexión mutua, o interdependencia, es un principio que la historia universal nos ha demostrado. Sin embargo, la prensa profesional perdurará, se renovará y reforzará los principios que la consagran como un pilar fundamental de las democracias de Occidente. Es imposible concebir una sociedad verdaderamente libre y abierta sin la existencia de una genuina opinión pública y popular. En este contexto, el enfoque que la SIP ha puesto en los medios ha sido muy constructivo y oportuno. Es un enfoque que nos proporciona claridad sobre el estado actual de la prensa profesional en nuestras naciones; los desafíos, tanto internos como externos, que debe encarar, y la perspectiva que infunde optimismo y delinea la ruta a seguir.
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Mientras tanto, quienes conformamos el gremio de la prensa, con el respaldo de las iniciativas impulsadas por los propietarios de los medios, debemos seguir adelante: ser flexibles, interpretar los tiempos actuales, escuchar activamente a nuestra audiencia, abrirnos a incorporar nuevos saberes y entablar una firme alianza con todas las oportunidades que nos brindan los nuevos senderos digitales.
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