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Trump ha advertido que impondrá un arancel del 100 % a los productos fabricados en China y endurecerá los controles sobre la exportación de tecnología.
Nueva York – El mandatario estadounidense, Donald Trump, declaró este domingo que su país “pretende ayudar a China, no perjudicarla”, tras la acusación del Ministerio chino de Comercio de que Washington estaría saboteando el diálogo comercial entre ambas potencias.
“No se alarmen por China, todo saldrá bien. El presidente Xi atraviesa un momento difícil; él no desea una recesión para su nación, y yo tampoco. EE. UU. busca asistir a China, no dañarla”, escribió Trump en su red social, Truth Social.
Por su lado, el Ministerio de Comercio de China señaló que las “persistentes amenazas de subir los aranceles no constituyen la manera adecuada de relacionarse con China”.
Un vocero de esa cartera manifestó en un comunicado que las “contramedidas” anunciadas esta semana por Pekín —entre ellas nuevas limitaciones a la exportación de tierras raras y a los productos vinculados a su procesamiento— son “acciones necesarias de defensa pasiva para salvaguardar los legítimos derechos e intereses de las empresas e industrias chinas”.
“Esperamos que EE. UU. reconozca su error, avance junto a China en la misma dirección y retome la senda del diálogo y la consulta”, afirmó el portavoz, advirtiendo que si Washington persiste en el camino equivocado, Pekín “tomará medidas firmes” para protegerse.
Trump reiteró su amenaza de aplicar aranceles del 100 % a los bienes chinos y de imponer controles más estrictos a la exportación de tecnología como respuesta a las recientes disposiciones anunciadas por Pekín.
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