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Trump, tras confirmar un swap de 20.000 millones de dólares para Argentina, expresó: “Si Milei no resulta ganador, no seremos tan generosos”

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El mensaje llegó después de una reunión en la Casa Blanca y luego de que EE.UU.

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El respaldo de EE.UU. está ligado al 26 de octubre; los bonos argentinos se desploman y el riesgo político se intensifica por la cláusula electoral.

“Si Milei no resulta vencedor, no seremos tan generosos con Argentina”. Con esas palabras, el presidente estadounidense, Donald Trump, condicionó de forma explícita el apoyo económico y político de Washington a la permanencia del mandatario argentino Javier Milei tras las urnas del 26 de octubre. El mensaje llegó después de una reunión en la Casa Blanca y luego de que EE.UU. anunciara un swap de divisas por US$20.000 millones para sostener la economía argentina. Trump incluso se mostró “dispuesto” a un acuerdo de libre comercio “con celeridad”, pero advirtió: “Si un socialista o un comunista se impone, la inversión se vuelve diferente”.

Ese apoyo constituye oxígeno para Milei en la recta final, con reservas reducidas, peso bajo presión y un Congreso en pugna que definirá el espacio disponible para sus reformas estructurales hasta 2027. El propio Milei celebró que el swap abre “un camino para avanzar con calma” y “demostrar al mundo que las ideas de libertad funcionan”. Sin embargo, la condición de Trump genera interferencia: la “generosidad” de EE.UU. dependerá del resultado electoral, una señal que los mercados interpretaron como riesgo político inmediato.

La reacción fue instantánea: mientras los operadores aguardaban detalles de un posible pacto comercial o del esquema de asistencia, se toparon con una amenaza reputacional si Milei no mantiene el poder. Resultado: los bonos negociados bajo la normativa de NY cayeron hasta un 7 % y el índice S&P Merval pasó de terreno positivo a negativo en cuestión de minutos. La alerta para los inversores es clara: el ancla externa no está asegurada si vuelve el peronismo (que Trump equipara a “socialista” o “comunista”), lo que eleva la prima de riesgo ante un Congreso potencialmente adverso.

Tampoco están totalmente definidas las exigencias. La Casa Blanca ha insinuado requisitos: distanciarse de China, abrir proyectos a compañías estadounidenses y acelerar inversiones en litio, energía, cobre y tierras raras. Milei, por su parte, prometió una “avalancha de dólares”. Es el segundo gran salvavidas de Trump a Argentina en siete años (el primero, a través del FMI en 2018 con Macri), aunque ahora la ayuda proviene del Tesoro y con una cláusula política explícita: no habrá fondos si el titular de la Casa Rosada no le agrada.

En el plano inmediato, el condicionamiento electoral incrementa la volatilidad y convierte la elección en un referéndum para el soporte financiero externo. Si Milei triunfa, la alianza Washington‑Buenos Aires podría acelerar flujos e inversiones; si pierde, los mercados descontarán un escenario de “menos generosidad”, mayor incertidumbre y un lunes posterior de difícil pronóstico.

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