Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
KIEV, Ucrania (AP) — Rusia ha movilizado cerca de 170.000 efectivos en la provincia de Donetsk, al este de Ucrania, donde se esfuerzan intensamente por conquistar el bastión de Pokrovsk buscando un triunfo en el campo de batalla, informó este viernes el presidente ucraniano Volodímir Zelenski.
“La situación en Pokrovsk es complicada”, señaló Zelenski, desmintiendo las recientes afirmaciones rusas de que la ciudad, muy castigada, está cercada tras más de un año de enfrentamientos. Admitió que ciertas unidades rusas lograron penetrar en la localidad, pero aseguró que los protectores ucranianos las están neutralizando.
“Hay rusos en Pokrovsk”, declaró Zelenski en una comparecencia ante la prensa en Kiev. “Están siendo abatidos, eliminados paso a paso, ya que, bueno, debemos proteger a nuestro personal”.
En asedios precedentes durante los casi cuatro años de contienda, Ucrania ha optado por replegarse de ciertas posiciones para evitar la pérdida de soldados. Las fuerzas ucranianas enfrentan una notoria escasez de efectivos frente al Ejército ruso, mayor en número.
El mandatario ruso, Vladímir Putin, indicó recientemente que sus tropas están logrando avances considerables en el frente, si bien su progreso ha sido lento y con un alto costo en material y armamento.
Putin ha enfatizado el arsenal nuclear ruso y se mantiene firme en lo que considera sus fines legítimos en esta guerra.
**Ucrania golpea refinerías rusas**
Ucrania ha respondido atacando objetivos dentro de Rusia para desbaratar su logística militar y hacer que la población rusa sienta las repercusiones del conflicto.
Desde inicios de año, Kiev ha ejecutado más de 160 incursiones exitosas de largo alcance contra instalaciones de extracción y procesamiento de petróleo rusas, comunicó el director del Servicio de Seguridad de Ucrania, Vasyl Maliuk, a los periodistas en la misma rueda de prensa.
Solo en septiembre y octubre, Ucrania llevó a cabo 20 incursiones contra complejos petroleros rusos, precisó Maliuk.
Aseguró que estos ataques resultaron en una disminución del 20% en los derivados del petróleo disponibles en el mercado interno ruso y paralizaron de forma temporal el 37% de la capacidad de refinación del país. Estas cifras no han podido ser verificadas de forma independiente.
“Evidentemente, no estamos satisfechos con lo conseguido. Hay muchas nuevas perspectivas y enfoques en esta labor”, manifestó Maliuk. “Esto incluye nuevos equipos, nuevas formaciones de combate y nuevas maneras y medios de comunicación”.
Mencionó que este año Ucrania ha desmantelado casi la mitad de los avanzados sistemas de defensa aérea rusos Pantsir, que habían logrado interceptar drones ucranianos de largo alcance.
También destacó que el año pasado las tropas ucranianas destruyeron uno de los nuevos y veloces misiles hipersónicos rusos, capaces de superar diez veces la velocidad del sonido, al impactar en una instalación militar dentro de Rusia.
El proyectil Oreshnik, calificado por Putin a finales del año pasado como invulnerable a los sistemas de defensa aérea y un arma que cambia el juego, fue alcanzado en el polígono militar Kapustin Yar, cerca del Mar Caspio, en el sudoeste de Rusia, a unos 500 kilómetros (300 millas) de la frontera ucraniana, según Maliuk.
Putin afirmó hace un año que este misil fue empleado en un ataque a la ciudad ucraniana de Dnipro, unos meses después de que Maliuk informara que Ucrania había destruido uno de ellos.
**ONU reporta alza en víctimas civiles ucranianas**
Entretanto, durante la noche pasada, incursiones de drones rusos impactaron complejos de apartamentos en la ciudad de Sumy, en el noreste, dejando 11 heridos, entre ellos cuatro menores, y afectaron la red energética en la región sureña de Odesa, informaron las autoridades el viernes.
La contienda ha sido más letal para la población civil este año que en 2023, con un incremento del 30% en las bajas hasta la fecha, declaró el viernes el Coordinador Humanitario de la ONU en Ucrania, Matthias Schmale.
Los bombardeos aéreos casi diarios rusos contra las instalaciones de producción y distribución de energía ucranianas son especialmente preocupantes dado que se prevé un invierno mucho más crudo que el anterior, señaló Schmale en una rueda de prensa en Ginebra.
Las urbes ucranianas dependen de infraestructuras públicas centralizadas para el funcionamiento de los sistemas de agua, saneamiento y calefacción, y a la ONU le preocupa que negar estos servicios a las personas en edificios altos en localidades cercanas al frente “podría convertirse en una gran crisis”, según Schmale.
“Aniquilar la capacidad de generar y distribuir energía al inicio del invierno claramente afecta a la ciudadanía y es una forma de terrorismo”, sentenció.
Además, la labor humanitaria de la ONU enfrenta un déficit de recursos para atender las necesidades urgentes, ya que su financiación destinada a Ucrania ha descendido de más de 4.000 millones de dólares en 2022, el año de la incursión a gran escala de Rusia en su vecino, a 1.100 millones este año, explicó Schmale.
Agregó que el conflicto “se siente cada vez más como una contienda prolongada”, dado que las iniciativas internacionales de paz impulsadas por Estados Unidos este año no han dado frutos.
“Hemos pasado por momentos este año en los que había un optimismo reservado de que podía terminar”, comentó Schmale. “En este momento sobre el terreno, no da la impresión en absoluto de que esto vaya a concluir pronto”.
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Esta crónica fue adaptada del inglés por un editor de AP con asistencia de una herramienta de inteligencia artificial generativa.














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