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París. “Ha sido algo de cine, digno de James Bond”, se asombraba un turista chileno, que, al igual que otros miles de visitantes desilusionados, se quedó este lunes sin ingresar al Louvre, el museo más visitado del mundo cerrado temporalmente a raíz del espectacular robo de joyas ocurrido el domingo.
Separados por una barrera y a escasos metros de la imponente pirámide del Louvre, que marca el acceso al gigantesco complejo museístico, turistas de diversas naciones deambulaban esta mañana entre la sorpresa y la contrariedad.
Lamentos en inglés, francés, italiano, árabe y español se oían a lo largo del perímetro de seguridad, poblado además de numerosas cámaras de televisión y algunos curiosos.
“Es una desilusión enorme”, sintetizó a EFE el chileno Michel Sánchez, quien señaló la deficiente gestión del museo tras confirmarse la clausura excepcional de este lunes, sobre la cual el Louvre no ofreció explicaciones detalladas.
“Comprendemos el contexto, pero también estoy algo molesto porque no les costaba nada enviarnos un correo (informando del cierre) y cuando intentamos cambiar los días desde la web nos dijeron que no era posible”, criticó Sánchez.
Para su compañera, Jessica Garreda, la frustración de hoy será difícil de asimilar, ya que se dedica profesionalmente a la arquitectura y el interiorismo.
“A mí todo esto me impacta mucho. Me llevo la experiencia vacía de no haber podido verlo, pero de todas formas me quedo con la riqueza de la ciudad”, comentó. Los dos chilenos tienen un viaje con varias paradas en Europa y no pueden extender su estadía en París más allá del martes, día en que el museo permanecerá cerrado por ser su descanso semanal.
Ambos se mostraron muy sorprendidos por el modo en que se llevó a cabo el robo: mediante un montacargas que utilizaron los ladrones para llevarse nueve joyas de la corona francesa de valor incalculable.
“Ha sido como de película, algo al estilo James Bond, que se cuela por los techos para sustraer una joya”, evaluó Sánchez.
A pocos metros de la pareja chilena, un grupo de turistas mexicanos del Estado de Chihuahua, que también volaron miles de kilómetros cruzando el Atlántico para visitar el Louvre, compartieron su asombro.
“Es increíble que un robo de esta magnitud haya podido ocurrir aquí. Parece sacado de una película”, coincidieron en declaraciones a EFE Daisy Villalobos y Carmen García.
“Ya vine el año pasado al museo, pero me faltó mucho por recorrer, son muchísimas salas y dicen que para verlo todo se necesitan 365 días. Así que dije, voy a disfrutarlo esta vez, pero no será posible”, lamentó Villalobos, cuya ilusión era ver la legendaria Gioconda o Mona Lisa.
Norma y Rafael Gutiérrez, un matrimonio también mexicano, aceptaron su decepción por no poder visitar el famoso museo. “Estamos todos aquí fuera sin conseguir entrar y parece que no abrirán hoy, pero de igual forma seguiremos disfrutando de la ciudad”, dijo, resignado, Rafael, quien viaja mañana mismo a Italia con su esposa.
“Venimos de México que atraviesa momentos muy difíciles de inseguridad. Es triste ver que aquí en Francia esté sucediendo algo parecido”, lamentó Norma.
Aunque necesitó muchas menos horas de vuelo que los chilenos y mexicanos para llegar a París, la española Domi Chaparro, de Ciudad Real, tampoco ocultó el chasco que se llevó.
“Es la segunda vez que veníamos a París y precisamente lo hacíamos para ver el Louvre, porque la vez anterior tampoco pudimos verlo por unas obras, así que esto es muy decepcionante”, reconoció la turista, acompañada por una amiga y quienes regresan a España el miércoles.
Eso sí, Chaparro, que había adquirido su entrada con antelación, confía en que no habrá problema para su reembolso.
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