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La ciudadanía valenciana ocupó las vías públicas en una exhibición multitudinaria para exigir, al cumplirse el primer aniversario de las riadas que costaron la vida a 239 individuos en la provincia, la dimisión del mandatario autonómico, Carlos Mazón, por lo que consideran una falta de previsión ante el desastre.
Parientes de los fallecidos lideraron la gran concentración, la cual atravesó diversas arterias de la urbe en protesta contra lo que los organizadores tildan de pésima administración por parte de los responsables frente al evento meteorológico.
La cólera alcanzó tal nivel que la máxima representante de la Agrupación de Afectados por las Muertes de la DANA calificó de atroz que, transcurrido un lustro de la calamidad, persista la misma situación, a la vez que recalcó que los asistentes no solo demandan el cese de Mazón, sino también que rinda cuentas ante los tribunales. Las frases y aplausos reflejan el enfado y la pena de los allegados de quienes perecieron en las inundaciones.
Los decesos han sido tildados de homicidio debido a la supuesta incompetencia de los gobernantes. La manifestación envía una advertencia a quienes rehúyen aceptar la culpabilidad por afrontar temporales, anegamientos o cualquier otro suceso, o que sencillamente adoptan resoluciones no recomendables dadas las circunstancias.
Los habitantes de Valencia se mantienen firmes en su demanda de equidad y que los poderes públicos, empezando por el jefe del Consell, afronten las repercusiones de sus decisiones.















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