La entidad subraya que una de cada tres féminas padece algún tipo de maltrato durante su existencia, y un 16% a un 58% a nivel global experimentan agresión cibernética.
El aprovechamiento de la tecnología facilita la conexión con seres queridos y conocidos con un simple toque, brinda acceso a información y a otras ventajas de la navegación web. Sin embargo, este mismo clic puede facilitar la transgresión de derechos mediante un aparato electrónico.
Bautizada como violencia digital o en línea, el abuso hacia mujeres y jóvenes propiciado por la tecnología ha crecido vertiginosamente en los últimos años, según indica la Organización de las Naciones Unidas para la Mujer (ONU Mujeres).
La organización advierte que una de cada tres mujeres sufre agresión a lo largo de su vida y entre un 16 y 58% están expuestas a la violencia digital, globalmente.
Esta clase de hostigamiento, que incluye ciberacoso, acecho, agresión sexual, discursos de odio, desinformación y creación de contenido falso, trasciende el ámbito de un teléfono o tableta, puesto que ONU Mujeres señala que a menudo esta violencia puede acarrear perjuicios físicos, sexuales, psíquicos, políticos, económicos u otras violaciones a sus derechos.
Existen colectivos en mayor riesgo de ser blanco de este tipo de vejación, entre ellos las mujeres jóvenes y las niñas, debido a su frecuente uso de la tecnología para informarse, formarse y socializar con pares.
Las mujeres con alguna discapacidad, mujeres de ascendencia negra, originarias y las que han migrado, junto con personas de la comunidad LGBTIQ+.
Las activistas por los derechos, mujeres en la esfera política, comunicadoras sociales y promotoras de derechos humanos perciben índices más altos de violencia, tanto en el ámbito virtual como en el real.
A partir de lo más leve
Según ONU Mujeres, la agresión a mujeres y menores facilitada por la tecnología arranca con las acciones más triviales, como recibir mensajes inapropiados, amenazas para difundir imágenes que causan malestar o la exigencia de claves de acceso a dispositivos electrónicos.
Al igual que recibir comunicaciones inoportunas de desconocidos que generan intranquilidad o temor.
Estas conductas, sumadas a críticas directas, acoso e intimidación, difusión de material falso, robo de identidad, exclusión social, campañas de desprestigio y control coercitivo, constituyen una serie de señales que deberían encender las alarmas para reconocer el abuso y proceder a la denuncia.
Recursos
El Ministerio de la Mujer propone una guía con recursos para combatir el hostigamiento en entornos digitales, incluyendo la protección de la intimidad en plataformas sociales, absteniéndose de compartir datos sensibles como domicilio, números telefónicos e identificaciones personales.
De ser necesario, se aconseja configurar las cuentas como privadas para tener mayor control sobre quién accede a la información personal.
Es importante evitar interactuar con gente que no se conoce. El Ministerio de la Mujer insta a los y las adolescentes a comentar cualquier vivencia de vulneración de derechos con un adulto de confianza.
Se sugiere reportar, a través de las diferentes plataformas sociales, el perfil o los mensajes de individuos que hagan sentir vulnerables a mujeres y niñas.
Tomarse un descanso de las redes sociales, si es menester, priorizando el bienestar anímico y la integridad corporal, sin dejarse influenciar por lo que dictan los usuarios en línea. También, buscar el auxilio de profesionales, como terapeutas, para gestionar los comentarios lesivos.
Antes de borrar cualquier prueba de hostigamiento, persecución o advertencia en redes sociales, es recomendable hacer capturas de pantalla y guardar correos electrónicos, asegurándose de que muestren la hora y fecha, por si es necesario formalizar una acusación.
Además, a nivel local como servicio digital, el Ministerio de la Mujer dispone de SARA, un sistema automatizado de auxilio y respuesta, desarrollado con inteligencia artificial, cuya función es identificar, prevenir y reaccionar ante la violencia de género y doméstica.
La línea de auxilio *212, es otra vía de asistencia telefónica discreta, operativa las 24 horas, que proporciona guía y apoyo en cualquier situación de emergencia relacionada con mujeres. A este número puede llamar la afectada o personas que deseen reportar un caso de abuso.
Marco legal
Ciertos actos de agresión a los que se ven expuestas las mujeres y otros usuarios están contemplados en la normativa dominicana y se sancionan mediante la ley 53-07 sobre Delitos e Infracciones de Alta Tecnología.
En el caso de la calumnia, el artículo 21 impone una pena de hasta tres meses de cárcel y una multa equivalente a entre cinco y quinientas veces el salario mínimo; esta misma sanción aplica a la injuria pública, según especifica el artículo 22.
De enero a abril de este año se iniciaron 69 denuncias por difamación a través de medios digitales, siendo uno de los cibercrímenes con mayor procesamiento judicial y persecución en el país.
Los atentados de índole sexual contra un menor de edad, una persona con incapacidad o con alteración mental, al utilizar un sistema de información o cualquiera de sus componentes, serán castigados con penas que van de tres a 10 años de prisión y multas de cinco a doscientos salarios mínimos.
El artículo 24 tipifica la pornografía infantil, entendida como la creación, distribución, venta y cualquier forma de comercio de imágenes y representaciones de niños, niñas y adolescentes con contenido pornográfico.
Este ilícito se penaliza con penas de dos a cuatro años de prisión y un monto económico de diez a quinientas veces el salario mínimo, mientras que la adquisición y posesión de dicho material se castiga con prisión de tres meses a un año y una multa por doscientas veces el salario mínimo.
Por otra parte, el Código Penal, en su numeral 1 del artículo 309, considera agresión contra la mujer toda acción o conducta, pública o privada, basada en el género que provoque perjuicio o sufrimiento físico, sexual, psicológico a la mujer, mediante el uso de coerción física, violencia mental, amenazas verbales, intimidación o acoso.
Tanto esta como la violencia dentro del hogar recibirán castigo con penas de prisión de uno a cinco años y una sanción pecuniaria de quinientos a cinco mil pesos, además de la devolución de bienes destruidos, deteriorados u ocultados, si procede.
Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
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