Abren las puertas de La Residencia de Don Carlos: un lugar de esparcimiento para personas de la tercera edad

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Neyda Iglesias, Carlos Iglesias, Astrid Dos Santos y Diego Dos Santos

Santo Domingo.- Con la firme intención de ofrecer un entorno seguro, agradable y vibrante para nuestros mayores, se abrió al público La Casa de Don Carlos, un centro de esparcimiento concebido para fomentar el bienestar completo y la interacción social de los adultos mayores del vecindario.

En territorio dominicano, donde las oportunidades de ocio y socialización para los ancianos son a menudo escasas, esta iniciativa significa un progreso notable hacia una mentalidad que aprecia y atiende a sus miembros de más edad.

“Deseamos que nuestros mayores cuenten con un sitio para reír, adquirir conocimientos y convivir; un lugar donde se sientan apoyados, estimados y contentos. En nuestra nación, todavía hay pocas propuestas dedicadas a crear entornos como este, y La Casa de Don Carlos surge justamente para suplir esa carencia con estima, afecto y sentido”, manifestó Diego Dos Santos, director de La Casa de Don Carlos.

Entre las vivencias que el club proporciona se incluyen juegos de mesa, talleres de arte y labores manuales, actividades de jardinería, sesiones de tai chi, comidas nutritivas, paseos organizados y viajes a diversos puntos de la isla. Adicionalmente, posee sectores para relajarse, una sala musical y un puesto de enfermería totalmente equipado, asegurando confort y atención individualizada.

La Casa de Don Carlos también cuenta con un grupo de psicólogos clínicos y personal experto que asiste diariamente a los socios, promoviendo un bienestar total y satisfacción emocional.

Don Carlos, quien inspiró este proyecto, extiende una invitación a las familias dominicanas para que descubran y se unan a este club que celebra la existencia, el júbilo y la trayectoria vital. La apertura señala el comienzo de una empresa vanguardista que aspira a modificar la percepción del bienestar en la vejez, ofreciendo un hábitat de comunidad, consideración y felicidad para quienes dedicaron su vida a edificar la nuestra.