El 25 de noviembre de 1960, Patria, Minerva y María Teresa Mirabal (apodadas “Las Mariposas”) fueron ultimadas por disposición del dictador Rafael Leónidas Trujillo. ¿Su “falta”?: haberse alzado contra una de las autocracias más crueles de Hispanoamérica y anhelar una República Dominicana libre y democrática.
Las tres hermanas integraban el movimiento secreto 14 de Junio y se erigieron como emblema de rebeldía. Minerva, letrada; Patria, con inclinación por el arte pictórico; y María Teresa, aficionada a los números, desafiaron las costumbres de su tiempo para encarar un gobierno que no admitía la discrepancia.
Ese 25 de noviembre, agentes de la policía secreta interceptaron a las Mirabal en un camino de Salcedo. Tras ser ahorcadas, maltratadas severamente y luego depositadas en un automóvil para fingir un percance, la maniobra para tapar el asesinato no logró silenciar su legado. Tenían edades que oscilaban entre los 26 y 36 años, y dejaron un total de cinco vástagos.
El repudio a nivel local e internacional provocado por su muerte apresuró la caída del régimen, que se disolvería pocos meses después.
En 1999, en vista del trascendental significado de este crimen político basado en el género, la Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 25 de noviembre como el Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer, jornada que recordamos globalmente hoy para denunciar y suprimir la violencia machista.
Las Mariposas continúan su vuelo: su recuerdo permanece latente como estandarte de coraje, firmeza y equidad, recordándonos que el combate sigue vigente.
Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
Agregar Comentario