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El juez presidente del Tribunal Penal de la Corte de Apelación del Distrito Nacional y enlace de ese mismo órgano judicial, Julio César Canó Alfau, expuso sus planteamientos ante el Consejo Nacional de la Magistratura al postularse para la Suprema Corte de Justicia, presentando un programa enfocado primordialmente en la moralidad, la celeridad de los procedimientos y la recuperación de la credibilidad social en el sistema judicial.
Durante su comparecencia como candidato, el magistrado, con una carrera de 38 años en el ámbito judicial, 25 de ellos en la Corte de Apelación, resaltó la urgencia de extender el término razonable en las causas penales, como estrategia para asegurar la certeza legal y fomentar una perspectiva fundamental que robustezca la eficacia de las disposiciones del código de procedimiento penal. Enfatizó que la judicatura debe tomar control sobre la administración de los tiempos procesales y asumir su papel como auténticos gestores del caso.
Canó Alfau señaló que en la Sala Penal que encabeza hay solo 36 individuos en detención provisional, un dato que, según comentó, demuestra una gerencia eficiente y comprometida con los derechos fundamentales. Al respecto, reconoció la labor de los jueces del área judicial, valorando su trabajo colectivo y guía.
Otro pilar fundamental de su alocución fue la probidad judicial. Canó Alfau afirmó que “sin integridad, el órgano judicial carece de valor”, recalcando que la transparencia debe ser el cimiento sobre el cual se asiente la confianza ciudadana. Como miembro del Comité de Conducta Ética, propuso diseñar estímulos para motivar a los juristas a mantener su firmeza en obrar rectamente, recordando que “actuar con rectitud nunca pasa de moda”.
Además, abordó la relevancia del sistema de casación directa, al cual consideró apropiado para que la Corte Suprema pueda dirimir las controversias sin recurrir de forma constante a la práctica de “anular con reenvío”. Este método, manifestó, acerca la administración de justicia al ciudadano y confiere al recurso de casación su sentido genuino.
Finalmente, Canó Alfau elogió las iniciativas de buen gobierno del Poder Judicial para disminuir el rezago en materia penal, asegurando que la implementación de una justicia más accesible y previsible fortalece la seguridad jurídica en momentos difíciles. Afirmó que en el Tribunal que preside no existe atraso judicial, gracias a la dedicación y entrega de los magistrados y el personal administrativo.














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