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La pequeña yace en estado delicado, recibiendo atención en la unidad de cuidados intensivos.
Entre lamentos y con el alma destrozada, Nairoby Martínez clama por justicia para su descendiente de solo nueve años, quien padeciera un ataque a tiros en el barrio Capotillo el miércoles anterior.
Ahora, su niña se encuentra en condición crítica, hospitalizada en la unidad de cuidados intensivos del centro médico Marcelino Vélez Santana.
La primera nueva que recibió Juan Carlos Tejeda, padre de la menor, fue el temor de que su hija no volviera a caminar. Este viernes, su esposa, la progenitora de la niña, confirmó esa preocupación inicial directamente de parte de los doctores.
Entre tanto, los galenos le advierten sobre la posibilidad de no recuperar la movilidad de sus piernas, ya que el proyectil le destrozó varios huesos, incluyendo un daño muy severo en su médula espinal.
“El tiro impactó su columna, los especialistas me indicaron que debido a la fragilidad de los huesos de mi vástago es posible que jamás vuelva a andar. La bala les atravesó los huesos,” relató entre lágrimas la madre a periodistas de Listín Diario.
Presentan denuncia y el sindicado se entrega
Los progenitores de la pequeña, pese al temor y la zozobra por la salud de la niña, acudieron juntos a la Fiscalía del Distrito Nacional este viernes e interpusieron una demanda formal contra John Lariel Báez Álvarez, el responsable de disparar el arma calibre 9 milímetros, aunque ignoraban que justo en ese instante él se estaba rindiendo a la Policía Nacional, conducido por residentes de Capotillo.
El portavoz de la Policía, Diego Pesqueira, manifestó que hasta el momento no cuentan con registros de historial delictivo de Báez Álvarez en sus sistemas.
Las extremidades de la niña en riesgo, a causa de un altercado menor
La infante, quien sueña con ser jugadora de voleibol, participaba recientemente en dicho deporte además de sus clases de danza clásica, cuando el jueves por la tarde se dirigía a uno de sus entrenamientos.
Justo enfrente de su domicilio se desató una reyerta entre vecinos que se originó por una deuda de mil pesos y enfrentamientos verbales, y culminó con el uso de machetes y disparos. Uno de esos proyectiles alcanzó a la niña.
El progenitor de la menor, Juan Carlos Tejeda Martínez, sostiene que no hay suma de dinero que pueda restaurar la capacidad de caminar de su hija, y su único deseo es que se imparta justicia.
“No pueden alegar que fue un disparo perdido, pues el video muestra con total claridad que él efectúa el disparo,” aseveró Juan Carlos, refiriéndose al joven señalado como autor del disparo.
La familia espera que la investigación progrese con celeridad. Las autoridades policiales informaron que el arma utilizada fue entregada voluntariamente por el padre del perpetrador.















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