Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
(NO DEJAR DE MIRAR: Reimberg habló de papeletas con votos marcados; CNE indica que son para capacitaciones)
ADN recurrirá a sus asambleístas y al propio mandatario de la República, Daniel Noboa, quien ayer confirmó que solicitará permiso por unos días. Por el otro lado, las agrupaciones sociales están definiendo su estrategia y formaron un frente para impulsar el ‘no’.
Si bien la consulta incluye cuatro preguntas (tres de ellas atinentes a modificaciones de la actual Constitución), la cuarta, que propone la opción de convocar a una Asamblea Constituyente, es el punto clave para el Gobierno Nacional.
Por tal motivo, como señala la especialista en comunicación política Wendy Reyes, el Ejecutivo ha modificado su enfoque comunicacional. En las últimas dos semanas, el protagonismo de la vocera de Carondelet, Carolina Jaramillo, ha disminuido. No se han agendado sus acostumbradas conferencias de prensa y, en su lugar, Noboa ha preferido presentarse en diversos medios.
Ayer estuvo en Teleamazonas y uno de los temas que abordó fue, justamente, la consulta. Sin embargo, remarcó que primero debe triunfar para después bosquejar lo que se persigue con una nueva Constitución.
A la par, la oposición, agrupada en torno a la Unión Nacional de Educadores (UNE), el Frente Unitario de Trabajadores (FUT) y, sobre todo, la Conaie, ya ha iniciado su propia contienda, al constituir un frente de 36 organizaciones.
De acuerdo con Reyes, la contienda por el ‘no’ organizada por estas agrupaciones busca instalar la idea de un posible retroceso en derechos con la nueva Constitución. Esto, sostiene, se debe en gran medida al vacío generado por la ausencia de una propuesta clara emanada de Noboa.
La académica Caroline Ávila analiza que ambos bandos políticos llegan con ópticas diferentes. El ‘sí’, impulsado primordialmente por el Gobierno, goza de una ventaja no solo logística, sino también conceptual. “En una ciudadanía fatigada, afirmar ‘sí’ parece proactivo. Noboa aprovecha ese tono con la imagen del joven realizador, del presidente que no se limita a señalar diagnósticos”, expone Ávila.
No obstante, también advierte un peligro: la sobrerconfianza. Indica que al erigirse como el autor del cambio, Noboa transforma la consulta en un plebiscito sobre su persona. “Si el ambiente social se enfría o se acumulan inconsistencias (asunto extranjero, IESS, faena por horas, caso Porsche), el voto favorable al cambio podría volverse un ‘no’ al mandatario”.
Desde la otra perspectiva, según Ávila, quienes promueven el ‘no’ parten con debilidades tácticas, pero con un fuerte potencial representativo. “Su reto es conceptual: transformar el ‘no’ en una variante de ‘sí’. Dicho de otro modo, un ‘no’ al poder ilimitado equivale a un ‘sí’ a las barreras democráticas”, señala.
La incógnita de la campaña reside en el papel de la Revolución Ciudadana.
Aunque en la práctica se inscribieron para promover el ‘no’ y desaprueban las propuestas de Noboa, el correísmo también busca revitalizarse con el proceso electoral que surgiría de una potencial convocatoria a Constituyente. La misma Luisa González, actual líder del movimiento, ha manifestado su intención de postularse.
Y esto tiene una justificación. Según Reyes, el rival principal debería ser la Revolución Ciudadana, pero “en el fondo desean acceder a la Constituyente porque, con el sistema de reparto de escaños, las dos fuerzas que obtendrían mayor representación serían ADN y RC”.














Agregar Comentario