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De esta manera impacta la diabetes en la salud ocular

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Estas últimas consisten en la aplicación regular de medicamentos, administrados dentro del ojo en consulta, para actuar directamente sobre la retina y así frenar la progresión de la dolencia.

Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

La diabetes es la causa primordial de ceguera en sujetos de 18 a 64 años y, frecuentemente, carece de señales o síntomas notorios.

Esta naturaleza oculta provoca que muchas personas desconozcan el deterioro que se está produciendo en su vista hasta etapas avanzadas del padecimiento.

La diabetes, una afección crónica, impacta la aptitud del cuerpo para regular la glucosa sanguínea. Con el tiempo, este exceso de azúcar puede lesionar los vasos capilares de la retina —la capa sensible a la luz en la parte posterior del ojo— y generar alteraciones como la retinopatía diabética.

Además de la retinopatía diabética, quienes padecen diabetes enfrentan un riesgo mayor de desarrollar edema macular, cataratas y glaucoma. “Administrar los niveles de glucosa, mantener una tensión estable y abstenerse de fumar son elementos cruciales para salvaguardar la visión”, señala Alicia Escuer de Óptica & Audiología Universitaria, coincidiendo con la conmemoración del Día Mundial de la Diabetes el 14 de noviembre.

“Conservar un buen manejo del azúcar, seguir una dieta balanceada y no fumar son prácticas que igualmente resguardan la vista. La salud visual y la salud general están más interconectadas de lo que a veces suponemos”, subraya la directora técnica.

Expertos de Miranza, referente en oftalmología en España, recuerdan las repercusiones visuales que puede acarrear esta dolencia e inciden en la trascendencia de su control. El asunto es significativo: una tercera parte de los diabéticos sufrirá algún grado de deficiencia visual, y comparado con el resto de la población, este grupo tiene un riesgo 25 veces superior de volverse ciego.

Para hacer frente a la retinopatía diabética (RD), la complicación ocular principal de esta enfermedad, existen terapias con nuevos medicamentos y cirugías tempranas, según los especialistas de Miranza, líderes en el manejo del ojo impactado por la diabetes.

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La vista, en peligro para diabéticos

Pese a los peligros que la enfermedad acarrea para la visión, cerca del 40% de los diabéticos jamás se ha realizado un chequeo oftalmológico, tan vital como otros exámenes de rutina que las personas con diabetes deben hacerse.

Los elevados niveles de azúcar en sangre también afectan la microcirculación del ojo y, sobre todo, deterioran las células y los vasos sanguíneos de la retina, un tejido con mucha vascularización e imprescindible para ver.

La complicación más común que la aqueja, ligada al desequilibrio metabólico de la diabetes, es la retinopatía diabética, considerada una de las principales causas de ceguera en España.

Según el Dr. José García-Arumí, oftalmólogo especialista en las secuelas visuales de la diabetes en IMO Grupo Miranza, con más de tres décadas de experiencia en el diagnóstico, casi la mitad de los individuos con diabetes desarrollan retinopatía diabética: “Es la primera causa de ceguera irreversible en edad laboral y, como sucede con otros trastornos oculares, puede pasar inadvertida, ya que no presenta síntomas claros en sus inicios”.

Sin embargo —continúa—, “cuando progresa, el afectado nota una disminución paulatina de la visión y puede llegar a padecer una retinopatía diabética proliferativa, una etapa grave del mal caracterizada por un crecimiento anómalo de los vasos sanguíneos retinianos, lo que provoca derrames internos o, incluso, desprendimiento de retina”.

Por su parte, el Dr. Francisco Gómez-Ulla, experto en retina y cirugía vítreo-retiniana en Miranza Instituto Gómez-Ulla, con cuatro décadas de pericia en la prevención, detección y tratamiento de afecciones oculares, advierte que “tanto quienes tienen diabetes tipo 1 como tipo 2 están expuestos a sufrir retinopatía diabética, afectando a 4 de cada 10 pacientes con diabetes tipo 1 y a 2 de cada 10 con diabetes tipo 2”.

El edema macular diabético es otra de las secuelas oculares de la diabetes, frecuentemente asociada a la retinopatía diabética y que puede surgir en cualquier fase de esta. Implica la hinchazón y acumulación de líquido en la mácula, la región central de la retina que nos proporciona una visión central clara y detallada.

Otras afectaciones visuales notables son la catarata, el glaucoma o la parálisis de los músculos oculares. Según el Dr. Gómez-Ulla, “la catarata puede aparecer en los diabéticos con mayor frecuencia y anticipación que en el resto de la población de su edad, al igual que el glaucoma, por lo que un diabético tiene el doble de probabilidad de padecerlo en comparación con un adulto sano”.

Mejoras en los tratamientos

La retinopatía diabética es un padecimiento crónico sin cura, pero se puede controlar para impedir más pérdida de visión. De hecho, su avance es evitable en el 90% de los casos donde la enfermedad ha recibido la atención adecuada en el momento oportuno.

Las fases menos severas pueden tratarse con procedimientos poco invasivos como láser e inyecciones intravítreas, a veces combinadas. Estas últimas consisten en la aplicación regular de medicamentos, administrados dentro del ojo en consulta, para actuar directamente sobre la retina y así frenar la progresión de la dolencia. Hoy en día existen inyecciones con fármacos cada vez más efectivos y duraderos, lo que permite disminuir el número de inyecciones y optimizar la calidad de vida y visión de los enfermos.

Otro gran avance es el enfoque precoz en diabéticos tipo 1, que suele afectar a jóvenes. “En estos escenarios, favorecemos intervenciones quirúrgicas cada vez más tempranas con altos índices de éxito, puesto que hemos observado que si demoramos la operación, la recuperación visual del paciente no es tan buena”, indica el Dr. García Arumí.

El tratamiento quirúrgico también se emplea cuando la enfermedad está muy avanzada, en cuadros de retinopatía diabética proliferativa o si hay complicaciones asociadas, como hemorragias vítreas o desprendimientos de retina.

Medidas preventivas para el ojo diabético

Para el Dr. García-Arumí, “un adecuado manejo metabólico con el endocrinólogo es fundamental para controlar los niveles de glucemia y presión arterial, aspectos clave para impedir que la diabetes progrese en los ojos”. Además, recalca la adopción de hábitos saludables, ya que está comprobado que evitar la obesidad, el sedentarismo y el tabaquismo mejora el pronóstico de esta y otras enfermedades, así como sus repercusiones en la salud ocular.

En este sentido, Gómez-Ulla concluye que “es vital que la gente sepa que la diabetes sin tratamiento conduce a la ceguera, por ello los profesionales de la oftalmología insistimos tanto en las revisiones regulares, pues la detección temprana es esencial para prevenirlo”.

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