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Política. Wyoming, sobre el nexo de Trump con Epstein: “Sus electores han de juzgar si le reclaman su deber o le otorgan el perdón”
El mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, vuelve a ser foco de controversia tras restituir la controvertida figura de 3,6 metros que lo muestra junto a Jeffrey Epstein, el condenado por delitos sexuales ya fallecido, tomados de la mano en Washington. Es relevante mencionar que las fuerzas federales habían retirado dicha escultura en dos ocasiones previas.
Las dos figuras de tonalidad bronce fueron expuestas frente al Capitolio y son obra del colectivo de artistas The Secret Handshake. No obstante, la controversia se intensifica dado el actual clima político que atraviesa EE. UU. La vuelta a la vista pública de la estatua ocurrió justo un día después de que el Congreso recibiera 20.000 escritos sin publicar de Epstein, donde el nombre de Trump es citado en múltiples ocasiones.
El magnate y transgresor sexual incluso aseveró que el republicano estaba al tanto de las fechorías que cometió y que “invirtió tiempo con una de sus damnificadas”, además de calificarlo como “canalla” y “mujeriego”. Fueron los allegados a Epstein quienes entregaron estos papeles a la Cámara de Representantes. El lazo entre ambos recobra brío tras estos documentos. Cabe destacar que Trump no aparece como quien envía o recibe dichos correos.
Los creadores de esta obra escultórica indicaron que su intención era provocar un “saludo sorpresivo” y la situaron enfrente del local Busboys and Poets en la vía U, aprovechando la repercusión cultural, mediática y política que generó su colocación inicial ante el Capitolio.
Frente a estas imputaciones y el regreso de la estatua, la Administración y Trump han optado por minimizar la trascendencia de estas divulgaciones, calificándolas de “falsedad”. La portavoz Karoline Leavitt sostuvo que se trataba de un “montaje” y una mera maniobra política de la oposición que busca restar valor a los triunfos del presidente. Aun así, estos archivos podrían generar una fractura entre Trump y su propia formación política.
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