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Si bien reconoció que un segmento de la población haitiana prefirió permanecer en sus hogares por aprensión, bastantes individuos salieron debido a su dependencia del comercio informal para su sustento.
El reciente llamado a no circular emitido por Jimmy Chérizier, alias “Barbecue”, cabecilla de la pandilla Viv Ansanm (Vivir Juntos), tuvo un efecto menor en Puerto Príncipe, a pesar de la advertencia de que “nadie debía estar en las calles”, según informó Edwin Paraison, ex cónsul general de Haití en República Dominicana y director ejecutivo de la Fundación Zilé.
Percibió, no obstante, que una porción de la ciudadanía haitiana eligió quedarse en casa por temor, pero que numerosas personas se aventuraron afuera ya que subsisten gracias al mercadeo informal.
Comentó que el sector gubernamental fue uno de los más impactados, puesto que una gran cantidad de funcionarios no asistieron a sus puestos. Sin embargo, comercios y una parte del transporte público funcionaron parcialmente, lo que impide calificar el suceso como un cese de actividades total.
Paraison, en una entrevista para el programa “Impacto Mañanero” de la emisora radio Enriquillo, señaló que una causa del impacto limitado del mensaje fue el amplio despliegue operativo de la Policía Nacional de Haití (PNH) en la capital, iniciativa que calificó como una réplica “firme” ante las agrupaciones armadas, consideradas terroristas por Estados Unidos y otras naciones.
Además, mencionó el reciente cambio en la cúpula policial como otra variable crucial para un liderazgo más resuelto y una mayor presencia en plataformas digitales, espacio donde las organizaciones delictivas ejercen una fuerte presión psicológica sobre la gente del país vecino de República Dominicana.
Consideró que donde sí se percibió alguna repercusión, especialmente por la notoria presencia de las pandillas, es en las zonas donde las tensiones persisten, “en una urbe donde la inseguridad y la incertidumbre continúan marcando el día a día, a pesar del miedo al que apela el delincuente, la gente salió a la vía pública por su necesidad de contacto con sus compradores”.
Haití atraviesa una coyuntura de inseguridad sin precedentes en su historia reciente, una circunstancia empeorada tras el atentado contra el mandatario el 7 de julio de 2021, ejecutado por mercenarios colombianos con apoyo de sectores de la élite política haitiana.
Edwin Paraison reveló que estimaciones recientes sitúan en unos 20,000 individuos armados operando en las diversas bandas, las cuales controlan casi el 90 % de la superficie de Puerto Príncipe y otras áreas del país.
“Un número que ya supera los agentes policiales activos, calculados en unos 12,000 efectivos, sin contar el reducido Ejército que se ha tratado de restablecer en los últimos años”, explicó el exfuncionario diplomático haitiano.
El directivo de la Fundación Zilé estimó que la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad en Haití (MSS), avalada por el Consejo de Seguridad de la ONU a inicios de octubre de 2023, cuya encomienda finalizó sin lograr asistir al gobierno haitiano en la restauración del orden en medio de un recrudecimiento del caos originado por la violencia pandillera desde 2018, no alcanzó la expectativa deseada debido al escaso respaldo internacional.
Apuntó que esa MSS, cuya función fue asumida por la nueva Fuerza de Eliminación de Pandillas (GSF), no consiguió los objetivos propuestos debido a que en principio contó con un apoyo limitado de la ONU, lo que le generó inconvenientes de logística y financiación.
“El propio presidente de Kenia, William Ruto, expuso que la insuficiencia de los recursos prometidos —especialmente por parte de Estados Unidos— mermó la capacidad para desplegar un contingente más sólido y activo en el terreno”, rememoró.
Respecto a la llegada de un pequeño grupo de Marines estadounidenses, medida que, según fuentes diplomáticas, obedece a una sustitución habitual de personal y al fortalecimiento de la seguridad interior del recinto de la embajada de Estados Unidos en Haití a raíz de los recientes intercambios de disparos cercanos, Edwin Paraison descarta que esto signifique una incursión militar norteamericana en territorio haitiano.
“Se trata de un refuerzo específico para la seguridad de la legación, no de un despliegue operativo en la nación”, clarificó el ex cónsul general de Haití en la República Dominicana. Añadió que, por ahora, no hay un interés claro de Washington en efectuar una campaña militar de mayor envergadura en la nación caribeña.















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