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El cuello: una zona del cuerpo que muestra más sobre tu bienestar de lo que piensas

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Ahmed Elbediwy, director del programa de Grado en Bioquímica de la Universidad de Kingston, en Londres.

Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

Frecuentemente notamos que estamos subiendo de peso cuando el abdomen se agranda o la ropa nos ajusta.

Pero hay una zona corporal que la mayoría de las personas ignora y que puede darnos indicios sobre nuestro estado de salud: el cuello.

Si es más ancho o más estrecho de lo habitual, podría ser una señal de algún inconveniente de salud.

El exceso de grasa corporal se estima generalmente al dividir el peso de un individuo por su estatura para obtener el Índice de Masa Corporal (IMC).

Aunque este es un buen punto de partida, no es preciso para mucha gente, como los culturistas, ya que su masa muscular implica un peso mayor.

Por ello, medir el perímetro del cuello puede aportar información adicional acerca de tu bienestar.

Entonces, si tienes una cinta métrica cerca, ¿qué medida debería tener?

“La circunferencia del cuello para las mujeres debería oscilar entre 33 y 35 centímetros, y para los hombres, entre 37 y 40 centímetros”, indica el Doctor Shiv Kumar Sarin, director del Instituto de Ciencias Hepáticas y Biliares de Delhi, India, y presidente de la Academia Nacional de Ciencias Médicas.

Algunas personas levantan pesas para lograr cuellos de apariencia fuerte; deportistas como púgiles y jugadores de rugby pueden exhibir cuellos notablemente gruesos. Pero fuera del ámbito deportivo, esto no siempre resulta favorable.

“Si el cuello de una persona es más grueso de lo normal, esto sugiere que padece alguna dificultad de salud y que su organismo se acerca a la obesidad”, expone Amitav Banerjee, profesor de la Facultad de Medicina DY en Pune, India. “Diversas dolencias están vinculadas con el sobrepeso”.

La grasa acumulada en el cuello se distingue de la grasa subcutánea, esa grasa blanda que reside justo debajo de la piel en sitios como las caderas.

Si tienes kilos de más, tu cuerpo también alberga grasa oculta en la zona abdominal y alrededor de los órganos, conocida como grasa visceral. Esta no es inactiva, sino metabólicamente activa, influyendo en los niveles de glucosa en sangre, el colesterol y la tensión arterial.

“El cuello es un área donde esto se hace visible y ofrece una referencia de la cantidad de grasa corporal sobrante”, comenta el Dr. Ahmed Elbediwy, director del programa de Grado en Bioquímica de la Universidad de Kingston, en Londres. “A mayor sobrepeso, más voluminoso será el cuello”.

Si el cuello de alguien luce más ancho de lo acostumbrado, podría ser indicio de síndrome metabólico, un conjunto de problemas de salud que aumentan el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 o afecciones que afectan el corazón o los vasos sanguíneos.

Esto sucede porque, al tener grasa corporal excesiva, se genera tejido adiposo adicional que se libera con facilidad al torrente circulatorio.

“Una persona con un cuello robusto podría presentar colesterol elevado, hígado graso, diabetes e hipertensión. Esto requiere una evaluación especial”, señala el Dr. Mohsin Wali, consultor sénior del Hospital Sir Ganga Ram de Delhi.

También puede provocar apnea del sueño, lo cual afecta la sensación de haber descansado adecuadamente.

Si tu cuello es excesivamente grueso, “no debes alarmarte”, aconseja el Dr. Ahmed Elbediwy, de la Universidad de Kingston. “Una alimentación balanceada y actividad física constante contribuyen al bienestar general, además de ayudar a adelgazar”.

El ejercicio cardiovascular y el entrenamiento con pesas pueden ayudar a disminuir la grasa en la parte superior del cuerpo, mientras que dormir bien facilita la regulación metabólica y la recuperación. Una dieta equilibrada, rica en legumbres, frutas y vegetales, aporta nutrientes esenciales sin un exceso calórico.

Un cuello esbelto ha sido asociado por mucho tiempo con la hermosura física. Se utilizan adornos para centrar la vista en la parte frontal del cuello y realzarlo.

En ciertas naciones africanas, las mujeres se colocan gargantillas especiales alrededor del cuello para que parezca delgado y alargado.

Pero aunque pueda verse como un signo de atractivo, un cuello más delgado de lo normal podría ser síntoma de anemia, según los especialistas médicos.

“A estas personas se les suministra hierro, vitaminas y otros nutrientes. En muchos casos, incluso podría necesitarse transfusiones de sangre”, informa la Doctora Atreya Niharachandra, de Bangalore, India.

Los individuos con un cuello delgado también pueden poseer una vértebra adicional. La espina cervical consta de siete vértebras, pero algunos poseen ocho, similar a tener seis dedos en vez de cinco.

Las vértebras son los huesos que componen la espina dorsal. Protegen la médula espinal y los nervios, y sostienen la estructura corporal.

No obstante, esto es una condición congénita y, en la mayoría de las ocasiones, se detecta por casualidad en una radiografía cervical realizada por otro motivo. Usualmente, esto no origina complicaciones.

“En algunos casos (…) se manifiesta un inconveniente como adormecimiento en la mano”, menciona el Dr. Wali.

Otra condición observable en el cuello es el bocio, que es una protuberancia o hinchazón en la parte delantera del cuello generada por la inflamación de la tiroides (una pequeña glándula productora de hormonas).

El bocio suele manifestarse en la parte inferior y frontal del cuello, se puede percibir suave o abultado, y a veces puede inflamarse solo un lado.

Generalmente no es doloroso ni perjudicial, pero el Servicio Nacional de Salud (NHS) del Reino Unido aconseja consultar a un profesional médico.

Así que, la próxima vez que te mires al espejo, presta más atención a tu cuello; podría revelarte más de lo que imaginas.

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