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Estados Unidos. El FBI aseveró que el atentado del 28 de septiembre en una congregación de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Grand Blanc Township, Michigan, fue impulsado por ideas contrarias a la religión.
Como resultado, cuatro personas perdieron la vida y nueve sufrieron lesiones cuando un individuo armado abrió fuego e inició un fuego en el recinto, según informó Telemundo Filadelfia.
El presunto autor, Thomas Jacob Sanford, de 40 años y exmiembro de los Marines, pereció a manos de las fuerzas policiales durante el suceso. La oficina del FBI en Detroit indicó que el sujeto ya había planificado meticulosamente el ataque contra la comunidad mormona.
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“Se presume que la motivación detrás del ataque fue la postura contraria a la religión del agresor respecto a la comunidad mormona”, declaró Jennifer Runyan, agente especial a cargo de la delegación de Detroit.
La funcionaria añadió que el motivo se confirmó después de varias horas de indagación y que el FBI continúa examinando toda posible pista. Más de cien agentes y expertos en análisis participaron en la investigación, según la vocera de la oficina.
Sanford era oriundo de Burton, una localidad próxima a Grand Blanc Township, ambas zonas aledañas a Flint. Durante el asalto, impactó la iglesia con su vehículo, salió disparando con un fusil de asalto y utilizó un acelerante para prender fuego. Pocos minutos después, agentes lo neutralizaron en un aparcamiento detrás del templo.
Los expedientes militares revelan que Sanford ingresó a los Marines en 2004, desempeñándose como mecánico automotor y operador de recuperación de vehículos. Intervino en la Operación Libertad Iraquí entre agosto de 2007 y marzo de 2008, ascendió a sargento y su última base fue Camp Lejeune, Carolina del Norte, antes de desvincularse de la milicia en junio de 2008.
Tras el tiroteo, su padre, Thomas Sanford, manifestó que la familia estaba “totalmente atónita” y no encontraban explicación para el posible móvil.
Conversaciones con allegados y conocidos sugirieron que Sanford conoció La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días durante su residencia en Utah después de su destacamento bélico, pero posteriormente regresó a Michigan. En 2015 fue padre de un niño con una afección poco común denominada hiperinsulinismo congénito y contrajo matrimonio con la madre del menor en 2016.
Garry Reynolds Jr., excolega de trabajo, afirmó no haber detectado señales de alarma ni comentarios desfavorables hacia los mormones.
Por su lado, Kris Johns, postulante al Concejo Municipal de Burton, comentó que había hablado con Sanford una semana previa al suceso. Durante el diálogo, Sanford mencionó su experiencia en Irak, su paso por Utah y su antigua dependencia de sustancias ilícitas. También expresó su convencimiento de que “los mormones son el Anticristo”. Johns aseguró que el sospechoso no mostró hostilidad y que nada en la charla preveía un peligro.
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