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SANTO DOMINGO.- Transcurridos siete meses desde el derrumbe del techo del club nocturno Jet Set, que resultó en 236 fallecidos y más de un centenar de heridos, deudos, supervivientes y allegados se congregaron nuevamente en el llamado epicentro de la tragedia, donde cada día 8 del mes celebran una misa en honor a los afectados.
Entre ofrendas florales marchitas y cirios consumidos, el sacerdote Rogelio Cruz ofició el acto religioso, instando a los presentes a no dejar en el olvido el suceso ni permitir la impunidad, animando a los familiares a mantenerse cohesionados en su demanda de resolución.
“Siete meses han pasado y la justicia no llega. Presentamos la denuncia, ¿pero dónde? ¿Ante un tribunal popular? No. Ante sus propios estrados. Por eso debemos estar alertas y erigir nuestras propias estructuras”, manifestó el clérigo a la concurrencia.
En su homilía, Cruz sugirió la creación de “juzgados vecinales de justicia”, a modo de reclamo simbólico de rendición de cuentas por el desastre que vistió de luto a toda la nación.
“Aquí tendremos que armar un tribunal, y cada día 8 empezar a sentenciar. Esto no será olvidado jamás. El mensaje de hoy es nítido: no caemos en el olvido”, aseveró.
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El padre Rogelio evocó los nombres de algunas de las víctimas y pidió a los deudos enviarles expresiones de afecto y despedida, en un gesto cargado de significado y esperanza.
“Saluden a sus seres queridos, envíenles su cariño. A Catherine, a Stephanie, a Tony, a todos los que partieron. Que descansen en la serenidad del Señor, pero que su recuerdo se mantenga como una luz encendida entre nosotros”, señaló, mientras los asistentes nombraban a sus parientes difuntos.
Durante la ceremonia, Cruz también denunció el abandono del sitio donde ocurrió el percance, indicando que los recuerdos y elementos dejados por los deudos han sido removidos.
“Arrojaron todas las figuras y recuerdos que colocamos allí. Eso es lo que desean: que olvidemos, para poder pasar por encima. Pero el aviso de hoy es claro: no dejaremos de recordar. Vendrán nuevos medios para que se logre la justicia”, advirtió.
Cada mes, los familiares de los perjudicados acuden al emplazamiento donde se erigía el Jet Set para rememorar a sus seres queridos y reafirmar su petición de justicia.
Numerosos proponen que el espacio sea designado como mausoleo o monumento conmemorativo, como señal de respeto y dignidad hacia quienes perecieron en la catástrofe.
El evento culminó con plegarias, cánticos y un llamado a la unidad.
“El amor de Dios es eterno. Ellos no se fueron; residen en nosotros”, concluyó el sacerdote.














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