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Con gran algarabía, los fieles del sector que da origen a la nueva Diócesis Stella Maris recibieron a su recién nombrado obispo Ruiz de la Rosa, manifestando su anhelo de que él y sus iniciativas ayuden a robustecer la creencia de la iglesia y a cohesionar cada vez más a la colectividad católica.
“Esta será una diócesis que vivirá de celebración en celebración”, así comenzó su alocución monseñor Manuel Antonio Ruiz de la Rosa en la Catedral Stella Maris, sede de la flamante diócesis.
Con sumo entusiasmo, la grey en la zona que sirve de base a la Diócesis Stella Maris da la bienvenida a su nuevo prelado Ruiz de la Rosa, expresando el deseo de que su gestión y sus planes contribuyan a cimentar la fe eclesiástica y a tightear los lazos de la comunidad de creyentes.
Esta diócesis fue establecida con reciente data por su Santidad el papa León XIV, con el propósito de avivar el amor y la devoción en Santo Domingo Este, la zona donde se erige la Catedral Stella Maris.
Pedro, un parroquiano presente en la iglesia de San Juan de Ávila en Los Mameyes, se manifestó eufórico por la formación de la nueva diócesis y agradecido por ser testigo de un acontecimiento trascendental para la nación.
“Anhelamos muchas gracias divinas, todo fue muy hermoso y promovido por Dios”, comentó Pedro, quien asistió al evento y escuchó atentamente las palabras del obispo.
Gris, otra feligresa, también compartió que esto representa un avance tanto para el municipio como para el vecindario, deseando bendiciones al nuevo obispo que conducirá la santa iglesia desde la Diócesis Stella Maris.
“Le auguro muchas bendiciones y que el Señor le otorgue claridad para dirigir esta diócesis por el sendero correcto”, expresó Gris, contenta por la creación de una nueva sede de la Iglesia católica en Santo Domingo.
Consolidar su confianza en el Creador
“Esta será una diócesis que vivirá de celebración en celebración”, sentenció monseñor Ruiz de la Rosa al comenzar su primera homilía en la Catedral Stella Maris, sede de la nueva diócesis.
El acto litúrgico fue realzado con la intervención del coro, que entonó piezas y cantos de reverencia que enfatizaron la significación del momento, tornándolo en una ocasión de gran solemnidad y con una palpable alegría en el ambiente.
El prelado, durante su predicación, exhortó a los creyentes a fortalecer su convicción en Dios, a dejarse orientar por sus mandatos y su afecto por la humanidad.
“No importa si hay deceso en mi morada, pues si permito que Cristo impacte lo que hay en ella, lo transformará en vida. Si el torrente vital no llega a su casa, examine si existe un obstáculo”, aseveró Ruiz de la Rosa en su alocución.
Durante la celebración eucarística, monseñor Ruíz expuso el pasaje evangélico de forma diáfana, con la meta de hacer comprensible cómo se edifica nuestra vida espiritual y “acercarnos a nuestra creencia”.
Al concluir la sagrada misa, Ruiz de la Rosa instó a los concurrentes a seguir el ejemplo de la Virgen María, como madre de Dios y amparo de la iglesia.
“Busquen la guía de esta estrella para alcanzar a Jesús”, finalizó al exhortar a los católicos a dejarse conducir por la virgen María, vista como una estrella guía en sus vidas.
Acto de consagración episcopal
La ceremonia de investidura episcopal de monseñor Ruiz de la Rosa, llevada a cabo este sábado, estuvo repleta de júbilo; los feligreses aguardaban al nuevo obispo.
Durante el rito, monseñor Ruiz de la Rosa fue ungido obispo mediante el ritual de imposición de manos y plegaria de consagración, recibiendo así la plenitud del sacramento del orden sagrado.
El flamante obispo se postró, como emblema de un nuevo andar en la Iglesia católica, marcado por la humildad, la firmeza y el amor por su pueblo.
Como parte del evento de consagración, monseñor Piergiorgio Bertoldi, nuncio apostólico y enviado del papa León XIV en República Dominicana, entregó un anillo a Ruiz de la Rosa, la mitra episcopal y el báculo; estos emblemas sagrados lo acompañarán en su trayecto de fe y devoción a Dios.
Figuras presentes
El encuentro religioso contó con la presencia del cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez; monseñor Freddy Antonio de Jesús Bretón Martínez, arzobispo emérito de Santiago de los Caballeros; y monseñor Fausto Ramón Mejía Vallejo, obispo emérito de San Francisco de Macorís. Participaron también los presbíteros Fermín de los Santos, de la diócesis de Stella Maris, y Williams Antonio Arias Arias, de la arquidiócesis de Santiago de los Caballeros.
Desde el ámbito político se destacó la asistencia del presidente Luis Abinader, la primera dama Raquel Arbaje y el alcalde de Santo Domingo Este, Dio Astacio; la ex primera dama, Cándida Montilla de Medina.
Igualmente, estuvieron el ministro de Educación, Luis Miguel de Camps; de Industria, Comercio y Mipymes, Víctor Bisonó; el defensor del pueblo, Pablo Ulloa; el presidente del Consejo Directivo del Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (Indotel), Guido Gómez Mazara; de la Dirección de Asistencia Social y Alimentación Comunitaria (Dasac), Edgar Augusto Félix Méndez; director de Bienes Nacionales y honorífico del Consejo Estatal del Azúcar, Rafael Burgos Gómez, y el director de Migración, vicealmirante Luis Rafael Lee Ballester.
Asimismo, también asistieron el exmandatario de la República, Leonel Fernández; el senador del Distrito Nacional, Omar Fernández, y otros personajes políticos de la escena nacional como Francisco Domínguez Brito, Francisco Javier García y Jean Alain Rodríguez.
Diócesis Stella Maris
La diócesis de Stella Maris fue solicitada por el papa León XIV a fin de potenciar la atención pastoral cubriendo los municipios de Santo Domingo Este, San Antonio de Guerra y Boca Chica, los cuales previamente formaban parte de la arquidiócesis de Santo Domingo.
Dicha diócesis dispondrá de 64 parroquias, 40 clérigos diocesanos, 55 sacerdotes religiosos, 39 diáconos permanentes, 12 seminaristas, 12 religiosos profesos y 83 religiosas.















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