Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
ARRIBO DEL USS GERALD R. FORD DESENCADENA REPERCUSIONES DE RUSIA, REINO UNIDO Y EL GOBIERNO DE MADURO
Agencias Efe
La llegada al Caribe del mayor portaaviones del Pentágono, el USS Gerald R. Ford, y su flotilla de acompañamiento, con más de 4 mil marinos y una gran cantidad de aeronaves de combate, centró la atención en Venezuela. Próximo a las costas de esa nación, Washington mantiene desde agosto pasado una operación naval y aérea bajo el pretexto de luchar contra el narcotráfico.
Dicho despliegue ha provocado respuestas de Rusia y el Reino Unido. Entretanto, la administración de Nicolás Maduro anunció una nueva movilización militar a lo largo del territorio, involucrando a 200.000 efectivos para protegerse, según expresó el Ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, de las “intenciones imperiales”.
EE.UU. intensifica su presencia
El Pentágono indicó que la incursión de las fuerzas navales ocurre luego de que el Secretario de Guerra estadounidense, Pete Hegseth, instruyera al Grupo de Tarea del Portaaviones para respaldar la directriz de Trump. El presidente había solicitado desmantelar las supuestas agrupaciones delictivas transnacionales y combatir el así llamado narcoterrorismo “en defensa de la patria”.
De acuerdo con funcionarios norteamericanos, ya se contabilizan 75 decesos y unas veinte naves destruidas por la nación del norte. Este es el resultado de una operación que se lleva a cabo en aguas caribeñas y que luego se extendió al Pacífico, justificada por la Casa Blanca como una cruzada contra el tráfico de estupefacientes.
Respuesta Rusa
Por su lado, el Canciller de Rusia, Serguéi Lavrov, opina que la táctica actual de Washington hacia Caracas “no acarreará nada positivo”. A la vez, Lavrov desmintió reportes de la prensa internacional sobre una solicitud de auxilio bélico por parte de Venezuela a Moscú tras esta escalada de tensiones con Estados Unidos.
El titular de la diplomacia rusa recordó que en mayo pasado ambos países rubricaron un acuerdo de alianza estratégica que se encuentra en “su fase final de ratificación” y que todavía no ha entrado en vigor, si bien añadió que la nación euroasiática está “dispuesta a honrar cabalmente las responsabilidades mutuas consagradas en el pacto”.
Injerencia Británica
El Reino Unido resolvió no compartir datos de inteligencia con Estados Unidos sobre barcos sospechosos de narcotráfico pues no desea ser partícipe de las acciones militares americanas, al juzgarlas ilícitas, según reportó el martes la cadena CNN.
Las autoridades británicas consideran que estos operativos militares, que han resultado en la muerte de 75 personas, vulneran el derecho internacional, de acuerdo con fuentes cercanas a CNN.
El medio noticioso estadounidense, además, señala que la interrupción de las labores de inteligencia se inició hace más de un mes.
Durante años, el Reino Unido, que administra varios territorios en el Caribe con bases de inteligencia, brindaba soporte a EE.UU. para localizar embarcaciones con posible contrabando de drogas. Con esta información, la Guardia Costera americana había logrado interceptar miles de navíos sospechosos, detallaron las fuentes al medio.
Pero toda la colaboración se transformó tras el inicio de ataques letales por parte de Estados Unidos contra navíos presuntamente transportadores de narcóticos en septiembre, según trascendió. Esta determinación del Reino Unido implica una separación notoria de uno de sus aliados más estrechos y un socio clave en el intercambio de información sensible.
Alerta en Venezuela
Mientras tanto en Venezuela, según el Ministro Padrino López, se decretó la movilización de “recursos terrestres, aéreos, marítimos, fluviales y de misiles (sic)”, junto con armamento, unidades castrenses, la Milicia Bolivariana, organismos de seguridad ciudadana y comandos para la defensa integral. Dicha movilización se sostendrá por los próximos días.
También en esa jornada, el Parlamento, bajo control chavista, dio luz verde a la “Ley del Comando para la Defensa Integral de la Nación”. La normativa estipula la recolección de datos con la finalidad de “percibir patrones, tendencias e índoles de riesgo que permitan establecer la seriedad y el impacto de las amenazas contra la seguridad nacional”.









