Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
El cese temporal, con una vigencia de doce meses, incluye también la reactivación del intercambio agrícola mutuo y el alivio de las inspecciones chinas a la salida de materiales clave como los elementos de tierras raras.
Pekín.- La nación asiática puso en marcha el lunes las disposiciones integrantes de la pausa acordada con EE. UU., que abarca desde la anulación de aranceles y cargos portuarios hasta el endurecimiento de la supervisión sobre los precursores del fentanilo, en consonancia con los entendimientos alcanzados entre ambas naciones este mes.
Conforme a lo comunicado el miércoles previo por la Comisión de Gravámenes del Consejo de Estado (el órgano ejecutivo chino), la determinación busca plasmar los acuerdos logrados entre los mandatarios de China y Estados Unidos, Xi Jinping y Donald Trump, durante su encuentro en la metrópoli surcoreana de Busan.
Durante este lapso se mantendrá una imposición adicional del diez por ciento a ciertos bienes norteamericanos, si bien Pekín no especificó cuáles.
Podría interesarte leer: ¿De qué se trata la suspensión comercial de un año entre Estados Unidos y China?
La suspensión extiende por un año y medio la moratoria sobre los llamados “impuestos recíprocos” que China había notificado como réplica a las tarifas impuestas por Washington en el contexto de la disputa comercial.
De forma paralela, el territorio estadounidense moderó sus gravámenes promedio a los productos chinos del cincuenta y siete al cuarenta y siete por ciento, mientras que Pekín se comprometió a suprimir a partir de hoy algunas contribuciones de hasta el quince por ciento sobre mercancías agrícolas y energéticas provenientes de EE. UU.
El pacto de no beligerancia, de un año de duración, contempla igualmente el restablecimiento del comercio agropecuario entre ambos y la flexibilización de los controles chinos sobre el despacho de insumos estratégicos como los metales no ferrosos y las tierras raras, algo que Pekín ya había confirmado en meses anteriores.
También este lunes entró en vigor la anulación de las tarifas portuarias que China y Estados Unidos se habían aplicado en octubre, durante la última subida de tensiones previo al armisticio sellado por ambos gobiernos.
Según lo comunicado en ese momento por el Ministerio de Comercio chino, los gravámenes quedarán sin efecto por un año, coincidiendo con el levantamiento por parte de Washington de sus investigaciones sobre los sectores marítimo, logístico y de construcción naval del país del Lejano Oriente.
Las denominadas “tarifas marítimas especiales” fueron introducidas en octubre como respuesta mutua y afectaban a las embarcaciones propias, operadas o con pabellón del otro país, lo que había encarecido el transporte por mar y generado inquietud en el sector por el aumento de los gastos logísticos.
Asimismo, desde hoy se implementa en China el fortalecimiento de la vigilancia a la exportación de químicos que pueden utilizarse en la elaboración de drogas sintéticas, notablemente el fentanilo, tras la decisión de Pekín de incluir a Estados Unidos, México y Canadá en el listado de naciones para las cuales será obligatorio solicitar permisos previos de expedición.
Esta disposición, anunciada el mismo lunes por la Cartera de Comercio, suma además un listado concreto de trece compuestos químicos sujetos a vigilancia especial para esos tres países, entre ellos varios derivados de la piperidina, compuestos empleados en la creación de opiáceos.
El poder ejecutivo justificó la modificación como parte de los esfuerzos para “mejorar la administración de la exportación de sustancias químicas susceptibles de ser desviadas” hacia usos ilícitos.
Hasta la fecha, Pekín solo aplicaba supervisiones similares a Birmania, Laos y Afganistán, destinos considerados de alto riesgo por el desvío de substancias precursoras.
En la cumbre de Busan, Xi y Trump acordaron intensificar la cooperación para combatir el comercio de fentanilo, un narcótico sintético responsable de miles de decesos anuales en Estados Unidos, el cual, según Washington, es producido por organizaciones criminales mexicanas utilizando materias primas originarias de China.














Agregar Comentario