La bajada de temperaturas trajo consigo los virus respiratorios típicos de las estaciones frías como el otoño y el invierno. Por esta razón, tanto niños como adultos han estado afectados durante las últimas semanas por cuadros de gripe y resfríos, de diferente grado de severidad, pero siempre molestos e interfiriendo con las actividades del día a día.
Por ello, para potenciar las defensas propias del organismo frente a virus y bacterias, conviene saber qué alimentos incorporar a la dieta en estos momentos.
Té verde. Entre los cuantiosos beneficios de esta infusión, hay estudios que indican que favorece el control del peso y asiste en el refuerzo del sistema inmunitario contra gripes y catarros. En concreto, son las catequinas —uno de sus componentes clave— con su capacidad antioxidante, las que pueden auxiliar al sistema inmunitario a mantener a raya las afecciones respiratorias.
Cítricos. Frutas como el kiwi, la naranja, las bayas, las mandarinas, el limón y el pomelo son abundantes en vitamina C, fundamental para el correcto funcionamiento del cuerpo y para estimular las defensas. Y puesto que el organismo no puede producirla, es crucial obtenerla a través de la alimentación para asegurar las necesidades diarias.
Frutos secos y semillas. Según Lauri Wright, presidenta de la Academia de Nutrición y Dietética de la Universidad del Sur de Florida, “estos alimentos son ricos en vitamina E, que cumple una función importante en el sistema inmunitario al promover el desarrollo de los linfocitos T”. Las nueces son particularmente recomendables, ya que las investigaciones evidencian que impactan muy favorablemente en el microbioma intestinal.
Yogur. Al igual que el kéfir, el chucrut, el kimchi, la kombucha y el miso, el yogur contiene probióticos que ayudan a fomentar bacterias intestinales saludables para combatir las infecciones. Wright señaló que “un microbioma sano es vital para la inmunidad”.
Salmón. Es uno de los escasos alimentos que aportan vitamina D, la cual tiene un rol crucial en la modulación del sistema inmunitario. Además, el salmón es una buena fuente de proteínas y es un pescado azul beneficioso que suministra Omega-3, el cual ayuda a regular y fortalecer la inmunidad, y puede contribuir a prevenir infecciones del tracto respiratorio.
Brócoli. El brócoli se destaca como un recurso valioso para prevenir resfriados. Investigaciones han confirmado que el brócoli, junto con otros vegetales crucíferos, tiene la aptitud de reforzar el sistema inmunitario gracias al sulforafano, un compuesto químico vegetal que activa genes antioxidantes y enzimas en glóbulos blancos específicos. Esta acción lucha contra los radicales libres, reduciendo así el riesgo de enfermar.
Zanahoria. Son una generosa fuente de vitamina A, un nutriente conocido como “la vitamina antinflamatoria”, ya que mantiene la piel y los tejidos corporales saludables y funcionales, y los estudios sugieren que juega un papel esencial en potenciar el funcionamiento inmunitario. Adicionalmente, el betacaroteno presente en esta hortaliza es un nutriente liposoluble que preserva la salud visual, además de robustecer las defensas.
En este contexto, los dulces, las comidas procesadas, los alimentos fritos o los condimentos picantes pueden debilitar las defensas y sobrecargar el proceso digestivo. Asimismo, los expertos aconsejan no añadir excesiva sal a los platos y evitar bebidas como el café o el alcohol, para no mermar las fuerzas del cuerpo y asegurar una recuperación más veloz.
Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.















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