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Según el informe oficial, Ortiz, de 26 años, fue detenido en Boston, mientras que Clase, de 27, sigue bajo averiguación pero no está bajo arresto. Ambos presuntamente formaron parte de una trama de corrupción que efectuó grandes apuestas en encuentros de las Grandes Ligas de Béisbol (MLB), alterando intencionadamente el desarrollo de varios enfrentamientos.
Las autoridades yanquis indican que los dos peloteros proporcionaban información confidencial a apostadores, incluyendo detalles sobre los lanzamientos que ejecutarían durante los juegos. En ciertas ocasiones, supuestamente lanzaron deliberadamente bolas en lugar de *strikes* para favorecer las cuotas pactadas previamente.
De acuerdo con documentos judiciales, la investigación data de mayo de 2023, momento en que Clase comenzó a colaborar con los apostadores. Las operaciones ilícitas se intensificaron en junio de 2025, con Ortiz ya integrado al grupo.
Previo a un partido el 27 de junio de 2025, se alega que Ortiz acordó lanzar una bola a propósito en el segundo lanzamiento del compromiso a cambio de un soborno de $7,000, mientras que Clase recibió una suma parecida por orquestar la manipulación. La Fiscalía calcula que los apostadores consiguieron al menos $400,000 en ganancias gracias a estas prácticas fraudulentas.
Ambos jugadores enfrentan cargos federales por conspiración, fraude electrónico, cohecho y blanqueo de capitales, delitos que podrían acarrear penas de hasta 20 años de cárcel si son hallados culpables.
Ortiz comparecerá este lunes 10 de noviembre ante una corte federal en Boston, mientras que el proceso contra Clase se gestionará posteriormente en Nueva York.
El fiscal federal Joseph Nocella Jr. manifestó que los deportistas “han traicionado la confianza del público y de su equipo al manipular los resultados de los juegos para beneficio económico”. Agregó que estas acciones “perjudican la rectitud del deporte profesional y minan la fe de los seguidores en la probidad del béisbol”.
Tanto la Major League Baseball (MLB) como los Guardianes de Cleveland emitieron comunicados asegurando su total colaboración con las instancias federales desde el inicio de la pesquisa.
“La MLB contactó a las autoridades al principio del proceso y ha cooperado exhaustivamente durante toda la investigación”, señaló la liga en su nota oficial.
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Por su parte, el conjunto de Cleveland afirmó que seguirá respaldando las averiguaciones y adoptando las acciones necesarias para preservar la pulcritud del club y del béisbol profesional.
“Estamos al corriente de las recientes acciones legales y mantendremos una colaboración plena con las autoridades y con la MLB mientras el caso siga activo”, declaró la organización.
El asunto ha generado gran revuelo en el ámbito deportivo, especialmente por involucrar a jugadores activos de la MLB en un esquema de apuestas ilícitas. Especialistas sostienen que este litigio judicial podría convertirse en uno de los escándalos de probidad deportiva más significativos en la historia reciente del béisbol profesional estadounidense.
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