Evocar el merengue es pensar en la República Dominicana: en su alegría, su calidez humana y una identidad contagiosa que se baila.
Este 26 de noviembre la nación festeja el Día Nacional del Merengue, un ritmo catalogado por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, el cual, a pesar de las ausencias recientes, no deja de sonar en cada rincón.
Rubby Pérez: la voz más potente del merengue
La pérdida más reciente es la de Rubby Pérez, considerado “la voz más alta del merengue”, quien pereció durante el suceso del Jet Set mientras actuaba en el escenario.
Su trayectoria, marcada por la superación, contrasta con el triunfo que alcanzó en plazas nacionales e internacionales: antes de ser una estrella, cantaba en la “esquina caliente” de Herrera a cambio de pollo frito y cervezas, las cuales luego revendía para costear la leche de su hijo.
Su ascenso profesional ocurrió con Los Juveniles del Sabor de Baní, donde Aramis Camilo lo descubrió. Con ellos grabó piezas como “Se me ha perdido una muñeca” y “Adelita”. Este año se alzó con el Premio Billboard 2025 al Álbum Tropical del Año por “Rubby Pérez ¡Grandes Éxitos!”.
Temas célebres como “Sobreviviré”, “Volveré” y “Buscando tus besos” mantienen su espacio en el afecto dominicano.
Johnny Ventura, un “merenguero hasta la médula”
El 28 de julio de 2021 el país despidió a Johnny Ventura, el “Caballo Mayor”, una figura que marcó épocas y cuyo estilo definió gran parte del merengue contemporáneo.
Su legado trascendió lo musical: fue legislador, alcalde del Distrito Nacional y galardonado con el Gran Soberano 2001 y un Grammy Latino en 2004.
Sus éxitos, como “Patacón pisao” y “Capullo y sorullo”, siguen animando las pistas de baile.
Joseíto Mateo, el monarca inmortal
En 2018 nos dejó Joseíto Mateo, “El rey del merengue”, a los 98 años. Con una carrera que comenzó en los años 30, registró más de 30 producciones y cosechó reconocimientos como el Gran Soberano 2004 y el Grammy a la Excelencia Musical en 2010.
Piezas como “La patrulla”, “La chiva blanca” y “La cotorra de Rosa” resguardan su reinado en la memoria colectiva.
El compás que nos identifica
El merengue sobrepasa la música: es un estandarte de la identidad dominicana. Si este ritmo tuviera color, sería rojo, azul y blanco; si se pudiera degustar, sabría a moro, habichuelas y carne. Lo que sí se puede es percibirlo.
El Día Nacional del Merengue fue establecido por el decreto 619-05, el 11 de noviembre de 2005, en homenaje a un género que ha acompañado al país en celebraciones, disputas y cambios.
Aunque la partida de figuras clave entristece al pueblo, sus herencias perduran, ya que el merengue no solo se oye: se vive. ¡Festeja hoy bailando un merenguito!
Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.















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