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PARÍS (EFE). — Los motivos gráficos y los vestidos acapararon los desfiles de la reciente semana de la moda parisina, exhibiendo las ideas de los grandes creadores para la temporada de primavera y verano venidera. Junto a esto, surgieron otras tendencias como el uso del cuero y una amplia gama cromática y de accesorios.
Vestidos:
Son las prendas predilectas para el verano. Desde los largos y suntuosos de Zimmermann, que los erige como eje central de su línea, hasta los de Lacoste, donde se percibe un minimalismo entre deportivo y urbano.
Maestros de la moda internacional buscan que el vestido se convierta en el aliado ideal para toda mujer, adaptándolo en distintas siluetas y texturas, y aportando distinción y confort a quien lo viste. La venezolana Nabel Martins presentó un reducido muestrario, donde los largos en tono rojo son protagonistas.
La oferta de estampados para las siguientes estaciones cálidas es muy variada, aunque predominan los que imitan elementos de la flora y el entorno natural.
Les siguen, aunque con menor presencia, las líneas, y en algunos casos se observaron también patrones romboidales, como en las creaciones de la española Paula Cánovas del Vas, que se aventura a combinarlos libremente. En Issey Miyake, las franjas gruesas son recurrentes, mientras que en el Chanel bajo la dirección de Blazy, los cuadros asoman en algunas de sus chaquetas.
Mencionar el cuero es referirse a la excelencia en cuanto a calidad. Hablamos de Loewe, la firma española donde los nuevos directores creativos, Hernández y McCollough, lo convierten en el eje de su debut coleccionista, dotándolo de formas que evocan la idea de corazas livianas.
El cuero también se integra en algunas prendas de abrigo y chaquetones en Zimmermann, así como en Longchamp, cuya propuesta de moda resulta cada vez más rica en cuanto a diversidad de opciones.
La mezcla de tonos apagados y vibrantes funciona. El negro nunca falla, tampoco el blanco, si bien en París se desplegó un abanico cromático excepcional, abarcando desde suaves pasteles hasta dorados, acabados metálicos y llamativos rosas, naranjas, amarillos o rojos.
Los colores tierra y, específicamente, el tono pitón claro fueron los destacados en Elie Saab, mientras que el negro característico de Ann Demeulemeester, al igual que su visión general, enfatiza el valor de lo clásico.
Para una explosión de color, Pierre Cardin.
El calzado varía desde opciones sencillas y planas hasta los modelos de tacón tradicionales, incluyendo propuestas abiertas por detrás; desde los elaborados en cuero hasta otros con tecnología vanguardista, como el poliuretano.
Una elección segura son aquellos con hebilla prominente para mujer, como el Belle Vivier, de la histórica casa Roger Vivier, que celebra sesenta años en 2025.
La marca Loewe, por su parte, recupera el icónico bolso Amazona, una creación que también alcanza el medio siglo, y lo presenta ahora con una sola asa, mientras que en Chanel se realzan los modelos de mano.















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