Internacionales

La herencia política de Dick Cheney suscita pareceres encontrados en Wyoming, su estado de origen

8942106464.png
Apoyó a su descendiente en esos momentos complicados".

Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

CHEYENNE, Wyoming, EE. UU. (AP) — Las figuras políticas, aunque a menudo experimentan altibajos, pocas han recorrido un camino tan singular como el de Dick Cheney en Wyoming, su tierra natal.

El martes, por disposición del gobernador republicano, las banderas ondeaban a media asta pocas horas después del fallecimiento de Cheney a los 84 años. Algunos mandatarios locales ofrecieron tributos, a veces con reservas, al exvicepresidente.

No obstante, para una gran parte del electorado de Wyoming, el político difunto fue una figura indeseable durante más de cinco años, dado que su imagen se deterioró en medio de las polémicas políticas del presidente Donald Trump.

El mandatario arremetió contra Cheney por la prolongada y costosa contienda en Irak, así como contra su hija, la exrepresentante republicana Liz Cheney, por declarar que Trump jamás debió retomar el Despacho Oval tras el asalto al Capitolio de EE. UU. el 6 de enero de 2021.

Esto indignó a muchos residentes, como Jeanine Stebbing, de Cheyenne, para quien la gota que colmó el vaso fue la postura de que Trump no merecía ser reelecto.

“No había apertura mental. Nada de ‘Comprendemos que nuestros vecinos simpatizan con Trump’. Simplemente la idea de que todos éramos ineptos, así se percibía”, comentó Stebbing el martes.

El revés definitivo para la familia Cheney en Wyoming ocurrió en 2022, cuando Trump respaldó a la letrada agrarista Harriet Hageman para competir contra Liz Cheney por su cuarto mandato como congresista federal por el estado.

Hageman se alzó con dos tercios de los sufragios en las primarias republicanas, un triunfo categórico en un estado con tan escasa población demócrata que las elecciones generales se consideran intrascendentes para las contiendas importantes.

La principal objeción de Trump, en esencia, fue que Liz Cheney votó por su destitución y luego copresidió el escrutinio del Congreso sobre su implicación en el ataque. En Wyoming, cundía la sensación de que Liz Cheney parecía más concentrada en desmantelar a Trump que en representar al estado.

“Estaba muy desilusionada de que alguien proveniente de este estado fuera tan tercamente ciego a cualquier cosa que no se alineara con lo que ella quería hacer. Y él [su padre] se unió a eso”, señaló Stebbing.

Ni siquiera el apoyo de Dick Cheney a su hija frente a Hageman, y el de Kamala Harris contra Trump el año pasado, surtieron efecto, pues el magnetismo del actual presidente en Wyoming solo se fortaleció. Trump ganó el estado por un margen mayor que en cualquier otro periodo en 2016, 2020 y 2024, año en el que obtuvo su mayor diferencia a nivel estatal.

Algunos manifestaron su pesar por el hecho de que el exvicepresidente de George W. Bush no sería recordado favorablemente por tantos coterráneos.

“Hoy, en el decimosexto aniversario de la pérdida de mi propio padre, puedo valorar a un progenitor que respaldó a su hija, lo cual hizo con lealtad y sinceridad”, expresó la senadora estatal republicana Tara Nethercott, quien ejerce como líder de la mayoría en el Senado. “Apoyó a su descendiente en esos momentos complicados”.

Nethercott rehusó conjeturar sobre si Liz Cheney podría tener aún un porvenir político. El respaldo de Wyoming a Trump “es elocuente”, afirmó.

Liz Cheney sigue residiendo en Jackson Hole, próxima a sus padres, mientras alterna viajes a Charlottesville para impartir cátedras en el Centro de Política de la Universidad de Virginia.

Para Brian Farmer, quien, al igual que Dick Cheney, se crió en Casper y estudió en la Universidad de Wyoming, el legado del exvicepresidente radicará en su servicio a la entidad, sin importar las posturas individuales sobre los temas.

“Siempre fue una persona cuyo recorrido seguí y traté de emular. Muy reservado, a veces de voz tenue, y otras veces muy enérgico y sonoro”, comentó Farmer, director ejecutivo de la Asociación de Distritos Escolares de Wyoming.

Cheney tuvo una trayectoria de 30 años en la esfera pública, desde su rol como joven jefe de gabinete del presidente Gerald Ford hasta ser el representante de Wyoming en el Congreso en los años ochenta. Progresó hasta una posición de liderazgo del Partido Republicano en el Congreso, cargo que luego ocuparía su hija, antes de ser designado secretario de Defensa del presidente George H.W. Bush.

Tras dejar el cargo, el CEO de la petrolera Halliburton se mantuvo activo en la política estatal, mostrando respaldo e incluso participando en campañas de candidatos republicanos.

Y aun así, Cheney era tan parco en palabras y discreto que su mera presencia era el foco principal, más que las aseveraciones amables que pudiera hacer, por ejemplo, sobre el exgobernador Jim Geringer, quien renovó su mandato con facilidad en 1998.

“Si hablamos de gente que entra en un espacio y lo domina, ese hombre lo lograba sin pronunciar palabra alguna”, afirmó el representante estatal Landon Brown, un republicano de Cheyenne que coincidió con él en diversas ocasiones, incluyendo encuentros de fútbol americano universitario.

“Se le echará de menos profundamente en este estado”, concluyó. “Aunque quizás no todos lo sientan”.

___

Esta crónica fue adaptada del inglés por un editor de AP con asistencia de una herramienta de inteligencia artificial generativa.

TRA Digital

GRATIS
VER