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Las cefaleas migrañosas pueden extenderse hasta por 3 días. EFE
Una investigación encabezada por expertos internacionales, con el aval de la Federación Mundial de Neurología, indica que los cuadros de migraña casi se han duplicado desde 1990 y seguirán en ascenso hasta 2050, anticipándose un incremento en la incapacidad causada por ellas y por la cefalea de tipo tensional.
Esto se detalla en el informe difundido en ‘Cell Reports Medicine’, que examina la repercusión mundial, regional y local de las cefaleas con proyecciones a 25 años, información recogida por la Sociedad Española de Neurología (SEN).
En el lapso evaluado, de 1990 a 2021, se observó un alza significativa en el número total de episodios de migraña, pasando de 732.6 millones a 1.160 millones, significando un incremento cercano al 58%.
La frecuencia también ascendió de unos 63 millones de casos iniciales por año a nivel global a cerca de 90 millones, lo que representa una subida del 42%, al igual que el impacto en años vividos con limitaciones funcionales, que también creció. De hecho, se calcula que la afectación por años vividos con discapacidad podría alcanzar su punto álgido cerca de 2029.
“Son cifras preocupantes. A pesar de la gran trascendencia que poseen, no se reconoce como una afección seria que origina gran padecimiento y merma en las capacidades”, señala el doctor Jesús Porta-Etessam, presidente de la Sociedad Española de Neurología (SEN), quien recalca que las cefaleas son un verdadero problema social.
“Desde la Fundación deseamos otorgarle toda la visibilidad que merece, comunicando la angustia real y las carencias de estas personas, además de la obligación que recae sobre nosotros como sociedad en la asistencia que deberían recibir. Resulta incluso sorprendente que hoy en día en nuestro país su listado de fármacos no se catalogue como enfermedad crónica, lo que provoca trabas a algunos pacientes para adquirir sus tratamientos”, añade.
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La migraña, que se manifiesta con dolor punzante, malestar estomacal, vómitos y extrema hipersensibilidad a la luz y al ruido, es la dolencia que más limita la vida de las mujeres antes de los 50 años. Sin embargo, persiste como una afección rodeada de prejuicios, datos erróneos y, fundamentalmente, escaso reconocimiento social.
Este estudio, parte del proyecto Carga Global de la Enfermedad (GBD) y que estima el impacto de las cefaleas, principalmente la migraña y la cefalea tensional, con estimaciones hasta 2050, resalta que existe una afectación desproporcionada en mujeres entre 30 y 44 años, más notoria en naciones avanzadas, lo cual se vincula a una intrincada mezcla de factores biológicos, ambientales y psicológicos.
Tal como indica el doctor José Miguel Láinez, director de la Fundación Española de Cefaleas (FECEF), no solo es más común en el género femenino, sino también más incapacitante, particularmente en sus etapas de mayor productividad, restringiendo su habilidad para progresar profesionalmente y cumplir con sus responsabilidades familiares y sociales.
“Esto pone de relieve la necesidad de implementar estrategias de salud pública enfocadas en adaptaciones individuales, como la educación, la detección precoz y normativas sanitarias con enfoque de género, para mitigar las secuelas a largo plazo en las mujeres, abordando específicamente los retos psicosociales a los que se enfrentan”, agrega.
Las variaciones hormonales, sobre todo las modificaciones en los niveles de estrógenos durante el ciclo menstrual, la gestación y la menopausia, podrían tener un rol fundamental en cómo se desarrolla la migraña.
“Estas oscilaciones, sumadas a las presiones de equilibrar la vida familiar, laboral, etc., pueden contribuir a que las cefaleas sean más frecuentes en mujeres. Además, trastornos anímicos como la ansiedad y la depresión, más corrientes en ellas, podrían intensificar la periodicidad y severidad de las migrañas”, aclara el doctor Roberto Belvís, coordinador del Grupo de Estudio de Cefaleas de la SEN.
Otro hallazgo del análisis es que, si bien la carga de muchas afecciones que causan mortalidad y discapacidad ha disminuido con el progreso socioeconómico, esto no se ha replicado con la migraña y otras cefaleas. En este contexto, el doctor Láinez ha enfatizado la importancia de esfuerzos constantes y focalizados de salud pública para los grupos demográficos más afectados.
Entre las dolencias que han cedido con mayor desarrollo se encuentran las infecciones y parasitosis, las complicaciones del embarazo y el alumbramiento, problemas del recién nacido y nutricionales, afecciones tropicales, así como algunas patologías no contagiosas bajo control, como las cardiopatías isquémicas, lo cual se relaciona con un mejor manejo de la hipertensión, el tabaquismo y el colesterol.















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