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La ciudad principal de Haití, Puerto Príncipe, experimentaba ayer, martes, una drástica disminución en la provisión de energía eléctrica, consecuencia de la destrucción intencional de estructuras de alta tensión por parte de malhechores y del cese de operaciones desde hace meses en la mayor planta hidroeléctrica nacional, según comunicó la entidad estatal eléctrica, Électricité d’Haiti (EDH).
“La notable escasez en la distribución de electricidad que padecemos ahora se atribuye en gran medida a la interrupción imprevista de la instalación hidroeléctrica de Péligre”, se lee en un aviso de la empresa distribuido en la plataforma X. Esta suspensión “es continuada por el ataque deliberado a cinco soportes de la línea de transmisión de 115 kV el pasado 17 de junio”, continuaba el comunicado.
Para EDH, a estos sucesos se añade la coyuntura de la firma particular E-Power, que, debido a serios problemas técnicos, apenas logra aportar un treinta por ciento de su potencial de generación, lo que equivale a menos de diez megavatios.
Desde el punto de vista de la compañía suministradora pública, todos estos contratiempos demandan arreglos de magnitud, un despliegue logístico considerable y tiempo para presentar respuestas y opciones apropiadas.
Forzada a operar con suspensiones, EDH señaló que la provisión sumamente limitada y discontinua en ciertas áreas del perímetro urbano de Puerto Príncipe se origina en la inestabilidad del tendido desde el parón de Péligre y la insuficiencia de los generadores de la compañía privada E-Power, demasiado reducidos.
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