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El quisqueyano José Ramírez, de Cleveland, es un pelotero de élite en las Grandes Ligas. Eso es innegable dada su trayectoria. Ha sido seleccionado al Juego de Estrellas siete veces y ha conquistado seis Bates de Plata.
Solo le falta un galardón individual en su palmarés: el premio al Jugador Más Valioso (JMV).
Y seamos claros: esto no es por un bajo rendimiento suyo. Ramírez ha desarrollado toda su carrera en una Liga Americana plagada de superestrellas. Esto no disminuye sus logros, sino que subraya lo notable que ha sido Ramírez, con o sin ese máximo reconocimiento.
Con una carrera tan distinguida, Ramírez ocupa un sitio singular en la historia de las votaciones al JMV. Basado en los votos que ha acumulado, existe un fuerte argumento de que es el mejor pelotero que jamás ha ganado el premio entre aquellos cuya carrera arrancó en las Mayores a partir de 1931, año en que la BBWAA inició sus votaciones. Cabe señalar que todas las métricas siguientes se consideran desde 1931, pues es cuando formalmente se instituyó el premio al JMV.
Profundicemos, con el apoyo del Elias Sports Bureau.
Ramírez finalizó en tercer lugar en la votación al JMV en el 2025, superado por las notables campañas de Aaron Judge y Cal Raleigh. Esta reciente temporada marcó la sexta vez en su carrera que termina entre los cinco primeros en la votación al JMV, y la cuarta que se ubica entre los tres mejores. Si estas cifras parecen altas, es porque lo son.
Las seis apariciones de Ramírez en el Top 5 de la votación lo empatan con Eddie Murray como el mayor número sin haber obtenido el premio. Es también el segundo registro más alto entre los jugadores activos, solo superado por las nueve de Mike Trout, quien sí ha ganado el premio en tres ocasiones.
En el 2025, Ramírez se posicionó entre los tres primeros por cuarta ocasión, lo que lo convierte en el único jugador con más de tres apariciones en el podio del JMV sin haber logrado el trofeo. Así es: desde la introducción del galardón en 1931, nadie ha estado tan cerca tantas veces sin llevárselo.
Otra forma de medir esto es su porcentaje vitalicio de votos para JMV. Ramírez ostenta un 3.61 en la votación a lo largo de su trayectoria. Es el más elevado de cualquier jugador que nunca haya ganado el premio. Como indicamos: el mejor que jamás lo ha ganado o, visto de otra manera, el que más votos ha recibido sin obtenerlo. Ese valor también se sitúa entre los 25 más altos históricos para peloteros que debutaron tras 1931.
Como ya mencionamos, Ramírez es un jugador excepcional. El año pasado culminó su segunda temporada con al menos 30 jonrones y 40 bases robadas. Los únicos otros jugadores en la historia de MLB con múltiples campañas así son Bobby Bonds (cuatro), Barry Bonds y el quisqueyano Alfonso Soriano. Solo Bobby Bonds y Ramírez lo consiguieron en años consecutivos.
Y eso es solo un dato. Desde el comienzo del 2017, ha tenido seis campañas con al menos 5.5 Victorias Sobre el Reemplazo (WAR, según Baseball Reference), la segunda mayor cantidad en MLB. Solo Judge lo supera en ese lapso, con siete. Y claro, Judge ya cuenta con tres premios al JMV, lo que nos acerca a entender por qué esta situación persiste.
Tal como se ha señalado, Ramírez ha estado en el Top 5 del JMV en el 2017, 2018, 2020, 2022, 2024 y 2025. Revisemos las actuaciones de los otros aspirantes de la Liga Americana en esos años.
En el 2017, quedó tercero, detrás de dos temporadas de 8.1 de WAR: el venezolano José Altuve, quien fue el ganador, y un Aaron Judge novato. En el 2018, Mookie Betts triunfó con una campaña de 10.7 de WAR, la más alta para un jugador de posición desde los 11.7 de Bonds en el 2002. Ramírez quedó tercero, tras Trout.
En el 2020, Ramírez fue subcampeón detrás del cubano José Abreu, quien lideró la Liga Americana en slugging y la MLB en producidas durante la temporada abreviada.
En el 2022, Judge se alzó con el premio tras fijar el récord de jonrones en una campaña de la Liga Americana y registrar 10.8 de WAR. Shohei Ohtani también tuvo una campaña completa bateando en encuentros donde también lanzaba por segunda vez en MLB. Ramírez finalizó cuarto. En el 2024, Judge volvió a registrar 10.8 de WAR y se llevó el premio por unanimidad, con Ramírez en el quinto puesto. Desde el 2017, solo ha habido tres temporadas con 10 de WAR: todas en la Liga Americana, todas en años en que Ramírez figuró en el Top 5 para el JMV.
Y luego está la disputa tan reñida de este año entre Judge y Raleigh.
Entretanto, en sus seis temporadas en el Top 5 del JMV, Ramírez ha acumulado lo siguiente:
* 431 extrabases, 21 más que cualquier otro jugador en ese lapso
* 1,733 bases alcanzadas, solo superado por Judge (1,769)
* 563 carreras impulsadas, también detrás de Judge (592)
* 166 bases robadas, solo detrás de Trea Turner (183)
* 430 boletos recibidos, la cifra más baja entre los 37 jugadores con al menos 110 jonrones en esas campañas — Ramírez suma 183 vuelacercas
* Un OPS de .906, el sexto más alto entre los jugadores con un mínimo de 2,500 turnos al bate, solo tras Judge, Trout, Ohtani, el astro quisqueyano Juan Soto y Freddie Freeman
Esfuerzos titánicos dignos de un JMV en esos años — y también por parte de Ramírez.
Lo que sigue
Un punto clave sobre esas listas de los más grandes sin un JMV: Ramírez saldrá de ellas tan pronto como consiga el trofeo. Y de nuevo en el 2026, parece ser un contendiente fuerte, después de Judge.
Si Ramírez logra ganar un JMV algún día, establecería una marca de más apariciones entre los cinco y los tres primeros antes de obtener su primer galardón. Actualmente, la mayor cantidad de temporadas entre los cinco finalistas antes de ganar un JMV es cinco, en posesión del venezolano Miguel Cabrera y Lou Gehrig (recordando que esta estadística comienza en 1931). Ramírez ya suma seis. Y el récord de más menciones en el Top 3 antes de triunfar es tres, compartido por Paul Goldschmidt, el quisqueyano Albert Pujols, Alex Rodríguez y Willie Stargell. Ramírez acumula cuatro.















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